Con la cabeza en Europa

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La apuesta europea hace encadenar tres derrotas a un Celta con el que el Athletic hizo lo que quiso en Balaídos

santi alonso. VIGO deportesad@atlantico.net

Publicado: 01 may 2017 - 02:39 Actualizado: 02 may 2017 - 10:34

Raúl García, autor de los dos primeros goles del Athletic, protege el balón ante el central del Celta Sergi Gómez.
Raúl García, autor de los dos primeros goles del Athletic, protege el balón ante el central del Celta Sergi Gómez.

Todo lo sucedido ayer en Balaídos era previsible. Faltaba por conocer la intensidad pero el desenlace era esperado. Un Celta rodeado de Liga Europa y con un once de circunstancias ante un Athletic centrado en la pelea por las plazas europeas en Liga, esa que el equipo vigués ha desechado tras ponerla en la balanza con el sueño continental de las semifinales con el Manchester United. La lógica señalaba a una derrota local, que llegó; y a un juego marcado por la intensidad del conjunto bilbaíno y las desconexiones locales, que llegaron. Son cinco derrotas en las últimas seis jornadas de Liga. La apuesta es fuerte en lo colectivo. Y en lo individual, con el orgullo personal de cada futbolista como motor único para encuentros como éste, muy pocos se salvaron. Jozabed, Sergio y poco más.

Eduardo Berizzo, técnico celeste, apostó por un equipo inicial en el que los menos habituales eran amplia mayoría, pero con tres titulares: Sergio Álvarez en portería –quedó para otro día la oportunidad de Iván Villar–, Andreu Fontás en defensa –las bajas de Cabral y Planas obligaron a tirar del catalán, que es de los menos cargados partidos de la temporada– y Daniel Wass en el centro del campo. Y lo cierto es que los diez primeros minutos del choque engañaron: porque se vio a un Celta intenso que buscaba las bandas para llegar, con Bongonda esta vez por la derecha y Hjulsager por la izquierda. El belga fue el que probó suerte, pero su balonazo se fue al lateral en otra noche aciaga para él.

La apuesta celeste era conectar, con balón, a Fontás, Marcelo, Wass y Jozabed. Y jugar. Pero enfrente estaba el Athletic y su presión. La ajustó y se hizo con el balón con tanta fiereza como capacidad de llegada. No sólo dominó, sino que durante un cuarto de hora agobió. Aunque le faltó marcar porque Raúl García y Williams se toparon con Sergio. El segundo de ellos fue un tormento todo el encuentro para la defensa de circunstancias celeste, explotando hasta la saciedad el espacio entre Roncaglia –ayer sufriente lateral izquierdo– y Fontás gracias, también, a que la pelea en el centro del campo siempre la perdió un Celta sin intensidad bastante.

La primera acometida se había salvado y de nuevo se creó, durante unos instantes, la falsa sensación de que los de Berizzo recuperaban algo el control. Eran los minutos de Jozabed, el único que parecía capaz de vencer con su facilidad para el pase la presión visitante. Tal vez, esa sensación podría haber sido el germen de algo, pero el Athletic golpeó: en un saque de esquina, Yeray salta junto a Bongonda a por el balón en el primer palo con tan mala fortuna que el belga lo peina hacia atrás y Raúl García lo remacha a portería.

Ya hasta el marcador sabía lo que iba a pasar. Porque si el Celta, condenado la mayoría del tiempo al balón largo sin sentido, era capaz de superar la presión del Athletic, nunca encontraba la manera de probar a Kepa. Sus únicos intentos, dos buenos balones filtrados por Wass para romper el fuera de juego tirado por los de Ernesto Valverde que encontraron las carreras de Hjulsager y Bongonda, pero no su acierto una vez pisada el área rival.

El descanso siempre abre la puerta a un posible cambio en el sentir de los partidos. No duró ni cuatro minutos. El tiempo que a Williams le llevó forjar una pared con Raúl García. Sergio salvó el remate del ariete, pero no pudo con el remache del ex del Atlético. La distancia (0-2) no era imposible, pero ayer sí insalvable.

El partido ya no iba a tener subordinadas. Era una oración simple entonada por el Athletic ante la que el Celta no tenía respuestas. Sólo quedaba por ver la gestión de los minutos de Berizzo pensando en el Manchester, pero ésta sólo afectó, realmente, a Daniel Wass, que dejó el campo a la hora de juego para dar entrada a Pape.

Todo estaba tan decidido que hasta el Athletic bajó la intensidad, pero siempre teniendo el choque más que controlado y permitiendo a su portero Kepa aburrirse. Y como el Celta no hacía daño, los visitantes se permitieron el lujo de aumentar el ya realizado con un tercer tanto, obra de Mikel Rico. Nada fuera de lo previsto.

Celta:

Sergio Álvarez; Álvaro Lemos, Sergi Gómez, Andreu Fontás, Facundo Roncaglia; Marcelo Díaz, Daniel Wass (Pape Cheikh, m.61), Jozabed Sánchez (Josep Señé, m.79); Théo Bongonda, Claudio Beauvue; Andrew Hjulsager (John Guidetti, m.69).

Athletic:

Kepa; De Marcos, Yeray, Laporte, Balenciaga; San José, Beñat (Mikel Rico, min.77); Lekue, Raúl García (Iturraspe, min.81), Muniain (Aduriz, min.83); Williams.

Goles:

0-1, m.34: Raúl García; 0-2, m.49: Raúl García; 0-3, m.82: Mikel Rico.

Árbitro:

Fernández Borbalán (colegio andaluz). Amonestó a Fontás por parte del Celta, y a Laporte por parte del Athetlic.

Incidencias:

Partido disputado en el estadio de Balaídos ante 17.230 espectadores.

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