Damián Giráldez sucede a Mouriño en la Rías Baixas

La escudería Rías Baixas barnizó ayer de oficialidad el fin de una era. Tras 45 años en el equipo, 30 de ellos como presidente, Fernando Mouriño ha puesto fin a una trayectoria larga y venturosa. Un paso al lado en busca de un descanso tras varias décadas de trabajo incansable. En ese mismo movimiento va incluido el relevo. Porque el joven Adrián Giráldez, de tan solo 32 años, se pone desde ya al frente de la mítica escudería viguesa tras ejercer de responsable de seguridad de la competición homónima, la joya de la corona de la entidad.

Precisamente, con el Rally Rías Baixas instalado en el Supercampeonato de España, Fernando Mouriño se retira con la tranquilidad de dejar las cosas en su sitio y con un legado que merece la pena sostener. “Tenía claro que el paso al lado sería dejando la prueba en lo más alto”, refrendó el ya expresidente. “Ya son muchos años al frente”, explica. “El cansancio ya se hacía notar en las últimas ediciones del rally”, reconoce Mouriño. “Afortunadamente, tenemos un grupo de jóvenes que venía empujando y con ganas da dar un paso al frente”, añadió el veterano exmandatario, que solo tuvo palabras de agradecimiento en su despedida: “No puedo nombrar a todos porque son muchos y no quiero dejar a nadie atrás. Ellos saben quienes son y a todos quiero agradecerles de corazón su apoyo, que estoy convencido que continuará con la nueva directiva”, concluyó.

Al frente de esa nueva dirección se pone Adrián Giráldez, que aunque solo tiene 32 años, lleva ligado al Rally Rías Baixas desde 2005. Tras ocupar varios puestos, el año pasado fue nombrado jefe de seguridad y ahora asume esta responsabilidad. “Queremos afianzar la prueba y seguir creciendo en el Supercampeonato”, pronunció como primer deseo como presidente. El hasta ahora secretario de la escudería, Daniel Rodríguez, será su vicepresidente. La nueva directiva trabajará para mantener el legado de Fernando Mouriño y, si es posible, ampliarlo a más aficionados.