En la cumbre, pese a los tropiezos

Cuando cruzó la línea de meta el pasado sábado Susana Rodríguez Gacio para obtener su séptimo título del Mundo de triatlón sabía que no era una llegada más. Tras los dos últimos oros olímpicos y unos años de indudable dominio de su categoría, este invierno tuvo que pasar por boxes y afrontar una operación que, en teoría, es sencilla pero es una ‘ablación cardíaca’ para eliminar unas arritmias que le hacían peligrar su carrera.

A partir de ahí, llegó la recuperación, que marchó sin imprevistos “aunque correr es lo que más tiempo me llevó. Volví a sentirme bien pasados unos tres meses”. Eso sí, el gran objetivo del curso, el Mundial de Wollongong, no peligró porque “si no había ningún imprevisto, por fechas íbamos bien. No tenía tan claro cómo llegaría a las competiciones de junio, pero llevaba un buen invierno y nos salieron bien”.

Así, con esta preparación, la viguesa llegó a Australia “con la ilusión de siempre. Como la primera vez que viajé a Nueva Zelanda para mi primer Mundial. Me gusta el triatlón y me gusta competir”. A este buen presente, añade que “Australia es uno de mis lugares preferidos para competir”.

La ablación cardíaca era algo necesario para poder seguir al máximo nivel; para mí fue una prioridad”

Llegamos con margen, pero a mí me gusta darlo todo. Un Mundial merece todo el esfuerzo"

Sigo. Ilusión y ganas no me faltan. El día que fallen, me dedicaré al deporte de otra manera" — Susana Rodríguez - Heptacampeona del mundo de paratriatlón

Un escenario ideal para presentarse en la línea de salida de un Campeonato del Mundo en las antípodas y relativamente cerca de su primer cetro mundialista que llegó en aquel pasado 2012 en Auckland. Casi con normalidad de oficina, Susana Rodríguez, junto a su guía Sara Pérez, obtuvo el título mundial. Y, si el ‘tropiezo’ de comienzo de campaña no fue suficiente, llegó otro en plena competición, en la bicicleta.

“Fue algo que nunca me había pasado y fue mi culpa. Cerré la zapatilla y escuchando a los otros tándems que venían detrás no pensaba más que en seguir trabajando duro en el ciclismo. Como Sara suele calzarse más rápido que yo, en cuanto di el ya, moví el pedal hacia abajo para empezar sin esperar la orden de Sara. Se desequilibró la bicicleta y caí”, relata con claridad Susana Rodríguez.

Tocó remontar un poco más en la bicicleta, pero fue suficiente para obtener la victoria en territorio australiano y hacerlo con margen, pese a que Susana Rodríguez llegó casi vacía a meta. Algo que ya es filosofía: “en carrera ejecutamos el plan casi a la perfección. Llego con esfuerzo porque me gusta darlo todo. Es lo que merece un Mundial, dejarse todo lo que hay”.

En la madrugada de ayer llegó a Vigo y ahora descansará antes de retomar la actividad. “Ya salió el calendario, lo veremos y al empezar ya pensaré en la temporada”, admite. Y, además, parece renacida Susana Rodríguez en el inicio del ciclo paralímpico. “Ilusión y ganas no faltan”, admite. Eso sí, tiene claro que si no aparecen “haré deporte, pero de otra manera". Todo indica que no será mañana porque el séptimo Campeonato del Mundo llegó en unos meses con tropiezos, pero superados. Susana Rodríguez continúa en la cumbre.