Cris Cifuentes: "El objetivo que me marco es llegar a la final sí o sí"

Cuando escuchas hablar a Cris Cifuentes te das cuenta instantáneamente de que sabe de qué va esto. Comunica con seguridad, argumenta con solidez, explica con sencillez. "La experiencia es un grado, ¿no?", bromea al otro lado del teléfono horas después de sellar el billete a octavos de la Copa Europea con el Guardés, en la fiesta de reinauguración de A Sangiña. Así, la pucelana sumó un visto a su lista de tareas pendientes. "Tomé la decisión de salir de Valladolid porque quería vivir experiencias nuevas. No solo por estar fuera de casa, sino para jugar en Europa", reconoce la excapitana de Aula, que dejó el club de su vida este verano para mudarse al Baixo Miño. "Era una espinita clavada, porque cuando nos metimos, no pude jugar por una lesión", confiesa.

Así pues, el doble duelo ante el VZV neerlandés ha supuesto el debut europeo de Cifuentes y también su estreno en O Inferno. “Fue una gozada. Ver un pabellón nuevo casi a rebosar este fin de semana fue una pasada. Se agradece tener una afición así”, destaca la pivote. El caso es que el equipo miñoto solventó por un contundente global de 72-39 la eliminatoria frente a un rival muy inferior. Pese a ello, la vallisoletana y sus compañeras lo afrontaron con seriedad. “Tienes que ir al 100% en cada acción. Sobre todo, por respeto al rival”, apunta.

Lo que está claro es que este triunfo puede ser un punto de inflexión. Por las sensaciones positivas adquiridas, aplicables a la Liga; y por poder contar, por fin, con un recinto propio en el que desarrollar rutinas más sólidas. “Lo necesitábamos”, confirma Cris, aliviada por dejar atrás las múltiples modificaciones de horarios en los entrenos y los desplazamientos a O Rosal para ejercitarse. “Fue complicado”, confiesa. “Te trastocan un poco, pero sabes que te dedicas a esto", asume con naturalidad: "Si te dicen que hay que trabajar en una hora, vas allí, lo haces lo mejor posible y ya está". Como diría Manquiña en Airbag: "Profesional. Muy profesional".

A sus 29 años y tras pasar 17 en Aula, donde era una institución, Cifuentes ha tenido que readaptar su rol esta temporada. “Es complicado cambiar ese chip de responsabilidad", reconoce. “Pero llevo mucho tiempo en el balonmano y cada año es distinto. Cuando era joven valoraba mucho lo que me decían las veteranas y eso es lo que intento transmitir yo ahora. Adaptarme y ayudar a mis compañeras a ser mejores", ejemplifica.

Lo que no varía es su optimismo para el futuro. “Este bloque va a ir para arriba”, augura de cara a una segunda vuelta con superávit de partidos en A Sangriña. “Tenemos claro que las rivales tienen que sufrir aquí ”, avisa. Y en Europa, más todavía. “La competición continental es un plus y un extra de motivación”, reconoce Cifuentes, que apuesta por “dar el do de pecho” en la Copa Europea. “El objetivo que me marco es llegar a la final. Sí o sí”, concluye con firmeza. Hoy conocerá su segundo peldaño.

“Me he adaptado bastante bien a mi vida en A Guarda”

Tras toda una vida en una ciudad como Valladolid, debe resultar chocante mudarse a una localidad como A Guarda, de extraordinaria belleza, sí, pero también de un tamaño sensiblemente inferior a la capital castellana y con ciertas complicaciones en las comunicaciones hacia el exterior. Para Cris Cifuentes no ha supuesto mayor problema. “Me he adaptado bastante bien”, subraya. “Soy una persona tranquila y en Valladolid hacía mi rutina. La diferencia es que cuando quedas con alguien, aquí tardas dos minutos en llegar y allí, media hora. Así que mejor", bromea.

Dentro de ese proceso de integración al pueblo y al club, Cifuentes ha asumido el banquillo del equipo alevín. “Ya dije desde el primer día que no tenía problema en echar una mano con la base”, comenta la pivote, que ya en Aula entrenó al cadete del club hasta hace cuatro años. “Me ha venido bien para recuperar esa ilusión a base de vérsela a los niños y comprobar cómo mejoran cada día. Es muy gratificante”, concluye la pucelana. “Son cosas que motivan y que me sirven para aplicar yo misma como profesional”, finaliza. Quien enseña siempre aprende.