"Se crea un ambiente muy familiar, divertido y bonito"
Rosa Soliño, presidenta de Vigo contra el Cáncer
Rosa Soliño vive días intensos. La presidenta de Vigo Contra el Cáncer y su equipo ultiman los preparativos de la IX Carreira Vigo contra o Cáncer, que se desarrollará en Coia este domingo. Y lo hace, de inicio, agradeciendo la respuesta, que da sentido al trabajo.
¿Qué respuesta han encontrado este año tras dos sin poder llevar a cabo la carrera?
Hemos cerrado bastante bien, teniendo en cuenta que llevamos dos años de pandemia. Hemos alcanzado las 4.161 inscripciones, cerca de nuestro máximo, que eran 5.000. Hemos cerrado antes para coordinar bien el tema logístico, porque al fin y al cabo son dos años parados. Estamos contentos.
Se ha demostrado que la ciudadanía mantiene esa relación cercana con la cita.
Sí, la verdad es que estamos sorprendidos. Quieras o no, a esta carrera viene muchísima gente de diferentes lugares. Vienen, por ejemplo, personas que han padecido cáncer o tienen a alguien cercano. Y es gente que, tras dos años de pandemia, puede tener cierto miedo a juntarse. Sin embargo, ha querido estar este día.
Porque, además, se trata de un evento que va más allá de lo deportivo y es muy social.
Es una carrera que aglutina a mucha gente y siempre me dicen que hay un ambiente superfamiliar, divertido, bonito... Invito a todo el mundo a que se acerque y lo vea. Tienes la carrera en sí, actividades como crossfit, capoeira... Hay para todos los gustos.
También mantienen abierta la posibilidad de apoyar la causa a través del dorsal solidario.
La mantendremos esta semana para las pequeñas aportaciones que cada uno quiera hacer. Pueden acceder a ese dorsal solidario a través de nuestra web, vigocontraelcancer.com, o de la página de inscripciones, magmasports.es.
¿Cómo surgió la idea de relacionar su causa con una carrera atlética? Porque queríamos dinero para financiar proyectos de investigación. Teníamos que escoger algo y escogimos salud. Es más, surgió corriendo. Queríamos ayudar y no teníamos el dinero. Pero sumando cinco míos, cinco tuyos y cinco del otro seguro que podemos hacer algo.
Ya son nueve ediciones con la de este domingo, ¿cómo ha ido creciendo la prueba y su organización?
Empezamos tres en la organización y hoy en día somos cinco más uno. Porque a ese uno lo tenemos ahí para logística, carga... Es nuestra fuerza. Durante el año, los meses previos son un poco más fuertes de trabajo y el resto es más parado porque sólo buscamos el proyecto de investigación y poco más. Pero aparte de la carrera, hacemos actividades con los niños de oncología a lo largo de todo el año. Siempre nos estamos moviendo.
Y tras toda esta trayectoria, ¿notan que son recibidos con más predisposición a la ayuda?
Sí. La gente que a lo mejor no puede venir a la carrera ese día se ofrece voluntaria. Que hago un llamamiento porque quien quiera serlo todavía puede y siempre hacen falta. Tanto a nivel deportivo como de voluntariado, la gente se involucra.
¿Han seguido en el tiempo los proyectos de investigación que se han beneficiado de su ayuda?
Sí. Mantenemos el contacto con los investigadores de los primeros proyectos que fuimos financiando y, de hecho, son ellos los que nos ayudan a interpretar las propuestas que nos llegan. Porque ahora nos entran. Antes íbamos buscándolos pero ya nos conocen. Incluso este año abrimos la posibilidad de que viniesen y nos presentasen sus proyectos. Ninguna de las personas que estamos en la asociación somos médicos o investigadores, por lo que se nos podrían escapar cosas. Por eso, ellos nos ayudan a entenderlo y, después, nos dicen: la elección es vuestra.
Por desgracia, la especificación del cáncer abre mucho el abanico de posibilidades.
Intentamos variar. Hay muchos tumores diferentes y queremos apoyar todo lo que se pueda.
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