Cosecha en un patatal

El Coruxo logró una victoria muy importante en Luanco. Y lo hizo remontando el marcador y anotando tres goles –en realidad uno y de penalti porque el Marino se metió dos en propia puerta–, lo que sin duda dará confianza a un conjunto que atravesaba una mala racha de resultados y llegó al duelo como el menos goleador de su grupo en Segunda B.

Entrando ya en lo que fue el partido, éste no pudo empezar peor para los de Míchel Alonso porque sin tiempo de asentarse en el pesado terreno de juego de Miramar, a los cuatro minutos, recibieron un gol en un saque de esquina. El autor fue Mika. El nueve local demostró su olfato adelantándose a una pasiva zaga verde.

La escuadra viguesa, en un terreno de juego en un muy mal estado, sufrió mucho antes del descanso y, de hecho, Míchel Alonso retiró al lateral Torrado para introducir al atacante Sylla antes del descanso. El efecto se vio tras pasar por el vestuario. A los tres minutos, Jonathan Vila, con toque del local Miguel Prado, empató el partido en una jugada en la que Yebra botó una falta lateral al corazón del área y allí el mediocentro remató con fe y también con fortuna para poner el empate.

A pesar de las malas condiciones del césped, los dos equipos subieron el ritmo y se libró una batalla muy dura en el centro del campo. El Coruxo quería más pero los luanquinos jugaban en casa y tampoco daban su brazo a torcer. El resultado estaba siendo una segunda parte trepidante en la que era admirable la entrega y la lucha de los 22 futbolistas. Viendo este derroche de energía la incógnita era saber qué equipo llegaría más entero al tramo final del partido, que se antojaba decisivo. En plena batalla estaban cuando en el minuto setenta, el Coruxo se plantó en el área rival y sacó petróleo de esta acción. Un penalti que transformó Silva y, que además, le costó la expulsión a un desafortunado Miguel Prado por doble amonestación.

El Coruxo resistió el empuje en el tramo final de un Marino de Luanco valiente, pero cada vez más cansado y con menos ideas que, además, jugaba en inferioridad. La defensa y el centro del campo de los de O Vao se imponía a la delantera asturiana. Ya en el tiempo de prolongación, el local Lora alojó el balón en su propia portería para firmar el tercer tanto del equipo de O Vao.

La victoria saca al Coruxo de la zona de descenso, que deja a dos puntos, y alivia su situación clasificatoria. A esto se añade que llegó en un día malo para sus características debido al mal estado del terreno de juego.

"El empate nos metió en el partido"

El entrenador del Coruxo, Míchel Alonso, expresó tras el partido que "el juego estuvo muy condicionado por el terreno de juego. En la primera mitad hicimos un cambio con el que también modificamos el dibujo y estuvimos mejor a partir de ahí. Después, el empate nos metió en el partido y fue lo que nos dio el impulso necesario para hacer los otros dos y obtener la victoria".

Marino de Luanco:

Javi Porrón; Lora, Pablo Pérez, Miguel Prado (Boedo, min. 86), Guaya; Álex Arias, César Suárez (Mikel Busto, min. 74), Luis Morán, Iván Fernández; Saha, Mika (Borja Fernández, min. 65).

Coruxo:

Alberto; Carlos Torrado (Sylla, min. 37), Lucas Puime, Pablo Crespo, Manu; Jonathan Vila, Yebra; Álex Ares, Antón, David Añón (Fuentes, min. 90); Silva.

Goles:

1-0, min. 4: Mika ; 1-1, min. 49: Miguel Prado, en propia puerta; 1-2, min. 73: Silva, de penalti; 1-3, min. 90: Lora, en propia puerta.

Árbitro:

Iglesias Gutiérrez (cántabro). Expulsó a Pablo Pérez (min. 72) por doble amonestación. Amarilla a Jonathan Vila, Silva y Sylla.