El Coruxo remonta al colista y abandona la zona de descenso

Fútbol

El equipo vigués se sobrepuso al gol de Covadonga para sumar su tercer triunfo seguido

Davicín, brillante ayer con su potencia y sus desmarques, celebra un gol junto a Vander Teles y a Pitu
Davicín, brillante ayer con su potencia y sus desmarques, celebra un gol junto a Vander Teles y a Pitu

Escalón a escalón es cómo se sube la escalera. Así lo está haciendo el Coruxo, que hace menos de un mes era el colista de la Liga y ahora abandona los puestos de descenso. Todo gracias a una racha ganadora que ayer alcanzó la tercera victoria consecutiva a costa del actual farolillo rojo, el Covadonga. Un triunfo que llegó con remontada.

Porque nada más comenzar, el cuadro verde encajó un directo al mentón. Una indecisión defensiva y un claro penalti de Alberto sobre Herrero. Como exjugador de Primera, Álex Menéndez asumió la responsabilidad y transformó. La parte buena es que solo pasaran tres minutos. Quedaba un mundo.

El Coruxo se levantó. Empezó a acaparar la pelota a partir de Dani Vidal y Pitu para convertir el choque en un monólogo. Su manejo al pie siempre encontraba el desahogo de Davicín al espacio. La potencia del redondelano fue una tortura para la lenta zaga asturiana y de una caída suya a la banda derecha y un centro al área llegó el empate de Vander con un buen remate en el primer palo.

Tras el empate, el canterano del Choco siguió amenazando al espacio tras cada robo. Sin embargo, la segunda diana no llegó. Tampoco para un Covadonga que mejoró en el tramo final con varias ocasiones muy claras, una de ellas un mano a mano desbaratado por Alberto con un pie izquierdo salvador.

A David de Dios no le gustó el sesteo de su equipo. Por eso no esperó más para el regreso de Mateo, que volvía de lesión, y lo metió tras el descanso. La buena nueva trajo un gol tempranero tras una bonita acción trenzada que finalizó Davicín de medio chilena ante la pasividad visitante. Pero la alegría no fue completa. Un intento de remate con la derecha de Mateo derivó en un latigazo en su pierna derecha. Tuvo que retirarse. Solo estuvo cinco minutos en el césped.

El Coruxo acusó el golpe. Poco a poco, bajó enteros y los asturianos se estiraron con más fe que calidad. Sus errores fueron castigados con el tercer gol, obra de Dani Vidal tras un taconazo de Añón después de una lucha ganada por Insua.

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