El Coruxo gana dos veces en su visita al filial del Real Oviedo

Dentro de un partido de fútbol se juegan muchos partidos. Hay quien dice que muchísimos. Que cada duelo es uno. Pero sin entrar en consideraciones tan profundas, lo cierto es que el Coruxo vivió ayer tres encuentros como mínimo en los 90 minutos -más el descuento, en este caso importantísimo- que disputó en El Requexón contra el Oviedo Vetusta. Y ganó dos de ellos. Primero, al ponerse 0-2 y dejar el asunto aparentemente resuelto. Aparentemente. Porque necesitó imponerse por una segunda vez con un gol de Chiqui en el tiempo extra, que anuló la reacción local para empatarlo.

Fue una solución a una problemática sobrevenida. Y es que nada hacía pensar que el conjunto verde necesitaría de tanta agonía para sumar los tres puntos cuando el extremo emeritense criado en Salceda anotó el segundo tanto verde en el primer minuto del segundo acto. Fue la rubrica de una primera mitad llena de oficio, buena disposición defensiva y verticalidad para transitar. Eso con un once eminentemente ofensivo, con Gandoy y Pitu en el doble pivote y los dos delanteros de la plantilla juntos. Uno de ellos, Youssef, avisó en un par de ocasiones. El otro, Luismi, mató de cabeza tras un buen centro de Johan.

A la vuelta del vestuario, Chiqui emergió en una transición. Con toda tranquilidad, esperó a su perseguidor dentro del área, le recortó y alojó la pelota en el fondo de la portería de Taveras. ¿Jaque mate?

Cabía pensar que sí. El Vetusta había exhibido las cualidades y los defectos que se le presuponen a un filial y el Coruxo había sabido contrarrestar las primeras y explotar las segundas a base de poso y experiencia.

Pero en fútbol no hay nada escrito. Y los papeles cambiaron. La confianza del equipo vigués cruzó la línea de la relajación, mientras que el conjunto carbayón empezó a cargar el área paulatinamente. Los Montes equilibraron con De Vicente, suplente ayer, pero los vientos del encuentro habían girado. De hecho, Lucas Laso aprovechó esa falta de tensión visitante para enviar a la red una falta lateral. Era el minuto 52.

El gol fue un aviso de lo que puede suceder cuando se baja el ritmo competitivo. Pero el Coruxo no terminó de acogerlo bien. El Vetusta seguía apretando con un juego directo que incomodaba. Balón a banda y centro al área. Más todavía con la entrada de Mario Fuente. El robusto nueve asturiano fijó a los centrales visitantes y encontró un cabezazo para igualar el partido en el minuto 82.

Quedaba tiempo, pero la inercia era peligrosa. Se mascaba una remontada de digestión dura para los de verde, pero sucedió justo lo contrario. En el tercer partido de la mañana, el equipo de los hermanos Montes encontró el aplomo y lo acompañó con finura ante un Vetusta demasiado excitado. El conjunto vigués demostró que diez minutos son muchos si sabes gestionarlos y se permitió meter dos goles. El primero, de Antonini, tras una chilena de De Vicente que encontró la bandera arriba del asistente. Un fuera de juego más que riguroso. Había que hacerlo otra vez. Y el Coruxo lo hizo. Una nueva acción colectiva acabó con un centro de Youssef para el gol de Chiqui. Ganar y volver a ganar.

Oviedo Vetusta:

Berto; Charbel, René, Lucas Laso, Osky (Rabanillo, m. 22); Yayo (Izan, min. 46), Iván; Mario Sesé (Víctor, min. 58), Álex Cardero, Miguel Cuesta (Mario Fuente, min. 70); y Enol (Mascarenhas, min. 46).

Coruxo:

Alberto Domínguez; Johan, Antonini, Andriu, Marcos González; Gandoy, Pitu; Luismi (De Vicente, min. 66), Añón (Focareta, m. 77), Chiqui (Guido, min. 93); y Youssef.

Goles:

0-1, min. 38: Luismi; 0-2, min. 46: Chiqui; 1-2, min. 53: Lucas Laso; 2-2, min. 85: Mario Fuente; 2-3, min. 92: Chiqui.

Árbitro:

Barrio Salas (Comité vasco). Amonestó con tarjeta amarilla a los jugadores locales René y Víctor Blanco, y a los visitantes Luismi, Gandoy y Añón.

Incidencias:

Partido disputado en las instalaciones de El Requexón, en Oviedo.