El Coruxo cae como un castillo de naipes

Fútbol | Segunda Federación

El conjunto vigués sucumbió ante el Burgos Promesas tras una segunda parte nefasta y encajó su primera derrota como local en más de un año

Publicado: 31 oct 2022 - 01:27 Actualizado: 31 oct 2022 - 03:16

Luismi gana un balón aéreo en una disputa con el visitante Marcos.
Luismi gana un balón aéreo en una disputa con el visitante Marcos.

Como una brizna de paja en el viento. Como el lobo feroz de los tres cerditos. Como un castillo de naipes. El Coruxo se vino abajo ayer contra el colista en una segunda parte horrible, en la que el Burgos Promesas remontó gracias a su mejoría con respecto al primer acto pero, sobre todo, por el derrumbamiento del equipo vigués. Irreconocible. Tanto, que la escuadra de O Vao perdió su primer partido en casa desde el 11 de septiembre de 2021.

Y lo peor no fue el qué. Fue el cómo. "No sé explicar lo que ocurrió", confesaba Jacobo Montes en la sala de prensa tras el encuentro. Si lo mental, si lo físico, si lo táctico, si lo técnico... Probablemente un poco de todo. Pero lo cierto es que el colectivo vigués pasó de superar con rotundidad al filial burgalés en la primera parte a caerse en redondo en la segunda.

El caso es que el regusto era extraño al descanso. Sí, los de verde se iban por delante gracias al gol de Youssef. Y sí, la sensación había sido de una superioridad tan rotunda que solo cabía esperar lo mejor tras el receso. Pero no. El fútbol son momentos y el Coruxo no supo aprovechar el suyo con varias ocasiones malogradas.

Es una obviedad que quien perdona, lo paga. Y, de hecho, así aconteció. Pero cuando un equipo pasa de dominar a ser dominado con tanta claridad, es imposible achacarlo todo a una cuestión de puntería. El Burgos Promesas se ajustó mejor. Lógico. No le quedaba otra. Pero es que, de repente, el Coruxo no ganaba duelos, no tenía ritmo de balón, ni velocidad de conducción, ni activación para apretar las -muchas- pérdidas. No tenía nada.

Los hermanos Montes buscaron agitar el manzano con Pitu y Añón. Si el nivel físico había decaído, compensarlo con más criterio futbolístico parecía una buena idea. No funcionó. A falta de todo lo demás, al Coruxo le quedaba el oficio. Pero antes de poder llevar el choque a ese terreno, Tito marcó de cabeza tras un córner. Fue el principio del fin.

Ahí sí, el vaso comunicante completó su transvase. Los de verde se mostraban dubitativos. Los de blanco, convencidos. Fruto de lo primero, llegó una mala entrega hacia atrás. Fruto de lo segundo, la fe de Erik para ganarla, irse de Aitor Aspas y batir a Alberto. Se confirmaba la debacle.

Los últimos minutos fueron una mezcla de agotamiento y de impotencia. Y aun así, Antonini tuvo dos cabezazos para rascar un punto. Uno lo detuvo Juárez; el otro, murió en el larguero. Habría cambiado lo cuantitativo, pero no lo cualitativo. Como dijo su entrenador, el Coruxo tocó fondo en la segunda mitad, la peor desde que los Montes regresaron hace un año, con una derrota muy dolorosa ante el colista, que descabalga al equipo vigués de la zona de play-off. Pero hasta de una situación así se puede extraer una lectura positiva. Porque cuando tocas fondo, lo único que queda es ir hacia arriba.

Coruxo:

Alberto Domínguez; Johan, Lucas, Antonini, Aitor Aspas (Marcos González, min. 84); Focareta, Gandoy (Pitu, min. 60), De Vicente (Yelco Alfaya, min. 68); Luismi, Chiqui y Youssef (Añón, min. 60).

Burgos Promesas:

Juárez; Pol Bassa, Marcos, Tito, Román; Del Cerro (Munguía, min. 84), Marino; Santi Pérez (Burgos, min. 60), Erik (Ethan, min. 84), López-Pinto (Marcos Gil, min. 68); y Óscar (Ricoy, min. 73).

Goles:

1-0, min. 11: Youssef; 1-1, min. 68: Tito; 1-2, min. 72: Erik.

Árbitro:

Acevedo González (Comité madrileño). Sancionó con tarjeta amarilla a los visitantes Marino y Pol Bassa

Jacobo Montes

“El equipo ha tocado fondo en la segunda parte”

El técnico redondelano del Coruxo estaba visiblemente disgustado y afectado en la sala de prensa de O Vao. Por la derrota ante el Burgos Promesas, claro. Pero, sobre todo, por la forma de producirse. “El equipo ha tocado fondo en la segunda parte. Es inconcebible. Soy el primer responsable de lo sucedido en la segunda parte, pero no puedo defender a mi equipo”, lamentaba el menor de los Montes. “No sé explicarlo”, confesaba con sinceridad Jacobo, que reconoció que hay un problema físico, pero también de más aspectos. “No estamos bien a nivel condicional porque se viene repitiendo que nos caemos en la segunda parte. Pero si en el 50 no estoy cerca del rival, eso no es un problema condicional, es un problema mental, actitudinal y eso me jode más”, espetó.

“Cuando tocas fondo, o sales rebotado para arriba o te hundes. A mí me gusta nadar”, apostilló. “Tiene que haber un cambio de actitud obligatoriamente. Como cuerpo técnico, tenemos que apretarles hasta que sangren”, subrayó el entrenador del Coruxo, que abogó por darle la vuelta a la situación. “Si no hay capacidad de reacción, el primero que se tiene que ir es el entrenador. Soy un guerrero y se lo voy a transmitir a mis futbolistas. Si no reaccionamos, no merecemos el escudo que llevamos en el pecho”, concluyó.

Falque se mide a su vicepresidente en las elecciones

El Coruxo ha convocado elecciones para el próximo viernes 18. Dos candidaturas se enfrentan en los comicios: la del actual presidente, Gustavo Falque; y la de su vicepresidente, Israel Fernández-Alvariño, que ha decidido presentarse al proceso por su cuenta. De esta forma, el máximo mandatario de la entidad verde desde 2001 tendrá que ganar en las urnas al que hasta el momento era su segundo en el club para seguir ostentando la presidencia.

La cita será en menos de tres semanas en las oficinas del club verde, en O Vao. Están convocados a la votación todos los socios de la entidad mayores de 18 años, que estén al corriente del pago de su abono. Los comicios se desarrollarán en horario vespertino, desde las 17:00 hasta las 21:00 horas.

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