Siete clubes de Segunda B descienden por impagos

Los equipos gallegos tienen muy complicado poder ocupar las plazas vacantes

La Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) anunció ayer que siete clubes bajarán de categoría por no solventar en el plazo previsto las deudas con sus jugadores, según confirmó la Comisión Mixta AFE-Segunda División B reunida ayer.

Redacción / Agencias

Publicado: 01 jul 2011 - 10:40 Actualizado: 10 feb 2014 - 12:39

El Universidad de Las Palmas, esta temporada en el campo de O Vao. David Tombilla
El Universidad de Las Palmas, esta temporada en el campo de O Vao. David Tombilla

Alicante, Castellón, Cultural y Deportiva Leonesa, Polideportivo Ejido, Palencia, Rayo Vallecano B y Universidad de Las Palmas bajarán a Tercera División por impagos, en aplicación del artículo 192.2.b) del Reglamento General de la RFEF que fijaba las 12:00 horas de ayer como límite del plazo para solventar las deudas con los futbolistas.

Por igual motivo descenderán de categoría los clubes Benidorm, Cerro Reyes, Unión Estepona, Jumilla y La Muela, que ya habían perdido la categoría de Segunda B por los resultados deportivos de la temporada 2010-2011, y que no se encontraban al corriente de pago de las obligaciones económicas con sus futbolistas.

Una vez que la Federación Española confirme estos descensos –el Palencia, por ejemplo, dice que la propia AFE le concedió una moratoria de 24 horas y no se explica su presencia en la lista negra–, se iniciará el proceso de ofrecimientos de plazas para sustituir a los equipos descendidos. Tal medida podría afectar a algún club gallego, pero no será fácil dada la mecánica oficial. Ésta apunta que tendrán preferencia, en primer lugar, los equipos de Tercera de la misma comunidad de los descendidos –y no hay gallegos entre ellos–; en segundo, los equipos de Tercera de otras autonomías que compartan grupo en Segunda B con las de los descendidos –es el caso de Rayo B y Universidad de Las Palmas, y aquí podrían entrar equipos como Ourense, Racing de Ferrol, Alondras, Rápido de Bouzas o Areas, aunque para ello tendrían que haber renunciado antes todos los del grupo madrileño y los del canario–; en tercer lugar, los equipos recién descendidos a Tercera en la misma comunidad de los sancionados –y no hay gallegos–; y en cuarto y último, los equipos descendidos esta misma campaña del mismo grupo de los sancionados –en este caso estaría el Pontevedra, si es que se producen esas decenas de renuncias–.

Claro que el ofrecimiento tiene su coste. La deuda contraída por los clubes sancionados tendrá que ser cubierta, a partes iguales, por los que pretendan ocupar su lugar en Segunda B. De esta manera, la Federación y la AFE se aseguran que los jugadores que denunciaron los impagos cobren el dinero que se les adeuda. Una condición económica nada fácil de cumplir.

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