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Al nuevo Celta B de Claudio Giráldez, que se caracteriza por una apuesta mayor por la juventud y la cantera, le está costando adaptarse a la exigencia de Primera Federación. Después de tres jornadas, el filial celeste aun no conoce la victoria, ha perdido sus dos partidos como local y suma un solo punto, conseguido a domicilio ante el Alcorcón. Por ello, el equipo vigués visita hoy al Ceuta, colista de la categoría con pleno de derrotas, con la intención de conseguir el primer triunfo del curso y armarse de confianza para los próximos compromisos.
Giráldez no podrá contar con tres de los jugadores con ficha del filial que están habitualmente en la dinámica del primer equipo, Gabri Veiga, Carlos Domínguez y Coke Carrillo, que fueron convocados por Eduardo Coudet para el choque de ayer en Valencia. Sin embargo, sí podrá alinear a los otros dos futbolistas que han viajado con el Celta en otras ocasiones, Miguel Rodríguez y Fran López, que esta vez se quedaron fuera de la lista de Coudet.
Tras la derrota de la semana pasada en Barreiro ante el Córdoba (1-2), líder del grupo, el Celta B busca resarcirse frente a un rival que juega por primera vez en casa esta temporada y que además no lo hará en su campo habitual, el Alfonso Murube, que se encuentra en obras por cambio de césped. El choque se traslada así al campo de la pista de atletismo de Loma Margarita. “El Ceuta es una incógnita porque lleva tres partidos fuera de casa y no sabemos aún qué van a hacer en ese contexto más favorable que es jugar en casa. Y más en un viaje tan largo como es ir hasta allí”, afirmó esta semana Giráldez, que añadió que “seguramente todas las referencias que tengamos no nos valgan para demasiado”.
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