Celta B y Coruxo no dependen de sí mismos

Ya se sabe que es fútbol y puede pasar de todo. Y la última jornada de la primera fase de Segunda B se da a esta frase hecha como la que más. Pero tras sus derrotas del pasado domingo ante Deportivo y Pontevedra, respectivamente, las posibilidades de Celta B y Coruxo de alcanzar sus objetivos son casi contrapuestas antes de resolverse todo en un partido fraticida entre ellos en O Vao -el equipo verde tiene pendiente jugar su duelo contra el Racing mañana (12:30)-.

Los dos choques aplazados por el brote de coronavirus en el conjunto ferrolano -el mentado en el campo del Coruxo y el del domingo ante el Guijuelo en A Malata- han motivado el aplazamiento de la última jornada del subgrupo al proximo domingo 28, en horario unificado a las 12:00.

Y aunque ninguno de los dos equipos vigueses dependen de sí mismos para alcanzar sus objetivos -el Celta B meterse entre los tres primeros y el Coruxo en la sexta plaza-, en el bando celeste se mantiene cierto optimismo. Actualmente es el tercer clasificado con 27 puntos. Sus opciones pasan por ganar el debi vigués de la última jornada y sumar 30. A partir de ahí, esperar que el Racing pierda alguno de sus tres partidos pendientes o que el Deportivo le gane al Zamora en la última jornada. En este último caso, el filial siempre saldría airoso porque cualquier empate a 30 puntos con el actual líder le beneficia.

Siempre y cuando gane en O Vao en la última jornada, la única combinación que dejaría fuera de los tres primeros puestos al equipo de Onésimo sería un triple empate a 30 puntos con Racing de Ferrol y Unionistas. Para producirse, el cuadro departamental tendría que ganar sus dos partidos aplazados y empatar, precisamente, en el campo del colectivo de Salamanca en la última jornada. Además, el Zamora tendría que puntuar en Riazor. El panorama se irá clarificando a medida que la escuadra ferrolana dispute sus dos encuentros aplazados: el del domingo ante el Guijuelo y el de mañana en O Vao.

Precisamente por ganar ese partido y el último ante el Celta B pasan las remotas opciones del Coruxo para ser sexto. Su derrota en Pontevedra le deja en una situación muy comprometida. Es el Racing el que ocupa esa plaza ahora, con 23 puntos, seis más que el conjunto vigués. Teniendo en cuenta que el cuadro ferrolano ganó 4-0 en la ida, parece difícil que el golaveraje particular se decante a favor de los de O Vao aunque ganen mañana. Y aunque así fuera, necesitarían superar al Celta B en la última jornada y esperar que el Racing pierda ante Guijuelo y Unionistas y que el Pontevedra también sucumba en el campo del equipo chacinero en la última jornada. Una combinación muy enrevesada y difícil, que deja a la escuadra verde a las puertas de pelear por estar en la Segunda RFEF la próxima temporada.

Una segunda fase para cuatro categorías

La primera fase de esta Segunda B nacida tras conceder ascensos pero no descensos el año pasado terminará el próximo domingo 28 de marzo. La última jornada del subgrupo A se disputará ese día, en horario unificado (a las 12:00), una vez que el Racing de Ferrol recupere sus partidos aplazados ante Coruxo y Guijuelo por un brote de coronavirus en el seno de su plantilla.

A partir de ahí se abre una segunda fase que implicará a cuatro categorías la próxima temporada: la Segunda División y las tres nuevas divisiones federativas que nacen en el curso 2021/22: Primera, Segunda y Tercera RFEF. Las clasificaciones obtenidas en la primera ronda de la competición determinarán el objetivo de cada uno de los equipos en la segunda. Del primero al tercero jugarán por ascender a Segunda, del cuarto al sexto por la Primera RFEF y del séptimo al décimo por la Segunda RFEF.

Todo ello en un formato farragoso y con numerosas particularidades. Las que atañen a todos por igual es que se arrastran puntos y goles y solo se juega contra los equipos equivalentes del otro subgrupo. Por ejemplo: si el Celta B finaliza en la tercera plaza que ocupa hoy, se medirá en una liguilla a doble vuelta a Burgos, Cultural Leonesa y Valladolid B. Cuando termine esta ruta de la segunda fase, los tres primeros de cada uno de los cinco grupos y el mejor cuarto disputarán el play-off de ascenso a Segunda División en el formato tradicional -suben cuatro a la categoría de plata-. Los otros 14, los 12 que se queden en el camino del play-off y los cuatro que bajen de Segunda (30, en total) irán a la Primera RFEF.

La categoría se completará con 10 equipos más, que saldrán de los que queden entre la cuarta y la sexta posición -séptima en los subgrupos de 11- en la primera fase. Los dos mejores de cada grupo en esa ruta conseguirán el billete para el nuevo tercer peldaño del fútbol español, compuesto por dos grupos de 20.

Los restantes 22 colectivos pasarán a formar parte de la Segunda RFEF. Un descenso de facto, ya que será la nueva cuarta categoría, aunque con un formato muy similar a la Segunda B de toda la vida. Junto a ellos, irán los 14 mejores equipos de la ruta competitiva entre los equipos que acaben del séptimo al décimo puesto -del octavo al undécimo en los subgrupos de 11- tras la primera fase. De esos cinco grupos de ocho, los tres primeros conseguirán su billete, a excepción del peor tercero, que caerá a la Tercera RFEF junto a los cinco últimos de cada liguilla. Es decir, un total de 26 equipos perderán dos categorías.

Porque la Tercera RFEF será la nueva quinta, heredera de la actual Tercera División. Precisamente desde ahí subirán los 54 equipos -tres ascensos por cada una de las 18 ligas- que completarán los 90 que formarán la Segunda RFEF, dividida en cinco competiciones de 18 equipos, los mismos que formarán cada grupo autonómico de la Tercera RFEF (324 en total).