Las dos caras de la moneda

segunda división b

El Coruxo es tercero en la liga de partidos en casa pero el peor visitante de los 102 equipos

borja refojos. vigo

Publicado: 27 ene 2021 - 01:34 Actualizado: 28 ene 2021 - 02:00

Silva hizo su primer gol el domingo; el Coruxo lleva 6, todos en casa.
Silva hizo su primer gol el domingo; el Coruxo lleva 6, todos en casa.

Cuenta la leyenda que el titán Prometeo robó el fuego de los dioses para entregárselo a la humanidad. Zeus, furioso, le condenó a un castigo eterno: durante el día, un águila le devoraría el hígado, que se regeneraría por completo cada noche -por eso es el único órgano humano capaz de recuperarse por sí mismo, aunque generalmente sea por las noches cuándo más sufre-. Como el titán amigo de la humanidad, el Coruxo regenera al calor del hogar los puntos que pierde lejos de él. Así mantiene la esperanza de meterse en la lucha por la nueva Primera RFEF.

El equipo de Míchel Alonso encadenó el pasado domingo su tercera victoria consecutiva en O Vao frente al Salamanca (1-0). Una dinámica muy positiva en casa. Tanto, que en los cinco partidos jugados junto a la playa, el conjunto verde solo perdió el primero de ellos, ante el Zamora (0-1). A partir de ahí, empate sin goles frente al Compostela -al que se devuelve la visita este fin de semana- y victorias ante Guijuelo (2-1) y Pontevedra (3-0), además de la del pasado domingo. En total, diez puntos. Solo los dos primeros, Unionistas y Zamora, han sumado más (15 y 13, respectivamente). Eso sí, ambos con un partido más.

Esta impecable dinámica como local, que le dejaría en puesto de play-off de ascenso a Segunda en una liga imaginaria con todos los encuentros en casa, contrasta con el pobre balance fuera. El Coruxo es el peor visitante de la categoría. Ni ha puntuado ni ha marcado lejos de O Vao. Un bagaje que no registra ninguno de los 102 equipos que este año conforman la Segunda División B. Otras seis escuadras siguen sin sumar lejos de sus estadios, entre ellas el Salamanca, último rival de los verdes. Pero todas han anotado al menos un gol a domicilio, caso de los charros. Guijuelo, Covadonga, Izarra, Las Rozas y Villarrobledo completan el cupo de los peores rendimientos como foráneos, todos con el casillero de puntos a cero, pero con algún gol que echarse a la boca.

Pese a todo, el equipo vigués mantiene sus opciones. Le quedan cuatro partidos en O Vao y tres fuera, el primero este fin de semana en Santiago. El sexto puesto está a cuatro puntos. Solo tiene que salirle cara. También lejos de la playa.

Diferencias en tiros dentro de lo normal

Desde que el fútbol es fútbol, lo normal ha sido que los equipos saquen más réditos como local que como visitante. De hecho, durante mucho tiempo fue usual ser ofensivo en casa y defensivo fuera. Por eso, pese a las dos caras del Coruxo en cuanto a puntos y goles, la producción ofensiva entre los encuentros en O Vao y en los campos de los rivales no se salen de lo ordinario.

Como la mayoría de los equipos, el Coruxo ha chutado más veces en total y entre palos en casa (36 disparos, 15 a portería) que fuera (34 y 9). Además lo ha hecho con un partido menos como local (lleva 5 en O Vao por los 6 como forastero). Con todo, es una diferencia que no se sale de la normalidad, al contrario que las cifras goleadoras. El equipo verde acumula media docena de dianas en su hogar. Una cifra que, sin ser nada del otro mundo, contrasta con la sequía de los 0 goles a domicilio.

La principal diferencia en la producción ofensiva como local y visitante, al margen del acierto goleador, la ha marcado el choque ante el Pontevedra, con el que el Coruxo cerró 2020. Sin duda, el mejor partido de la temporada. El conjunto de Míchel Alonso ganó 3-0 y chutó 8 veces, 6 de ellas entre palos. En Ferrol también lo probó en 8 ocasiones, pero solo una cogió portería. Acabó goleado (4-0). Otros días, como en Zamora o en Salamanca ante Unionistas, ni siquiera chutó a puerta. En total, un 41% de sus tiros en O Vao van al marco rival por un 26% fuera de casa.

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