Camerún y la ilusión del fútbol en la infancia

Fútbol

La guardesa Anair Lomba ‘Lombi’ visitó el país africano y vio la Ligue D’Égalité para niñas

Publicado: 27 oct 2022 - 00:01 Actualizado: 27 oct 2022 - 12:49

La guardesa Anaír Lomba ‘Lombi’ acudió a Camerún para participar en La Ligue D’Égalité.
La guardesa Anaír Lomba ‘Lombi’ acudió a Camerún para participar en La Ligue D’Égalité.

En ocasiones, poder jugar al fútbol ya es toda una victoria. En Camerún puede ser la única manera de escapar de una vida sin casi niñez para decenas de menores que disputaron la Ligue D’Égalité impulsada por La Liga y la embajada española en el país africano. “Me hizo recordar la pasión con la que yo vivía el fútbol de pequeña porque, sin tener absolutamente nada, es increíble cómo lo disfrutan”, explica la guardesa Anaír Lomba ‘Lombi’, que es embajadora de la patronal de clubes y ahora también trabaja en la organización.

Este evento iba dirigido a niñas y mujeres con casi 600 menores y 40 entrenadoras. “Solo niñas porque, en Camerún, cuando las mujeres tienen cierta edad las obligan a casarse para tener beneficios. Se busca empoderar un poco a la mujer y enseñarle que puede haber otra salida más que casarse”, describe. Llegó el pasado viernes al país y comenzó con un fin de semana cargado de actividades. El primer día presentó la sesión y, por la tarde, ofreció una charla a las entrenadoras. “Les expliqué mi trayectoria y todos los que formamos parte de eso jugamos un partido contra ellas”, describió. Y, entre todas, admite que “me impactó mucho una chica sin pierna. Sufrió una amputación y decidió que quería seguir viviendo el fútbol, que era su pasión, y la forma que encontró fue la de ser entrenadora. Yo que siempre me digo que tuve mala suerte con la rodilla, para mí esa chica es un ejemplo. Sigue formando parte del fútbol de la única forma que puede. Me tocó la fibra”.

El segundo día, el sábado, llegó el momento del torneo de fútbol con diez equipos y casi 600 jugadoras. Era la segunda vez que se realizaba. “En España tenemos tan al alcalce de la mano jugar al fútbol, que no se valora. Ahora todo el mundo puede jugar a mayor o menor nivel. Cuando yo empecé no era así, jugaba con niños y recibía críticas e insultos. Ahora pasa, pero mucho menos. En Camerún todavía no es normal ver a niñas jugar a fútbol. Si una joven va a los padres a decirle que quiere jugar al fútbol le dicen que la mujer debe estudiar, debe trabajar, debe casarse para tener hijos porque tenerlos es un privilegio. Es una situación diferente y compruebas que su pasión por jugar al fútbol es enorme. Me recordaron a mí cuando era pequeña”, describe la guardesa.

Y, ya el último día, tuvo tiempo a una pequeña visita turística. Un paseo para comprobar que “Camerún es otro mundo. Algo totalmente distinto y me da mucha pena ver las grandes diferencias que hay entre el primer mundo y ellos”

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