"Cambié las zapatillas por el silbato"

Tania Rodríguez, de O Porriño, y Lorena García, de Zaragoza. Esta pareja de colegiadas pasó a la historia del balonmano español al dirigir el pasado martes el partido ante el Barcelona y el Huesca (39-19). Es la primera ocasión en la que un dúo de mujeres dirige un encuentro en la máxima categoría de hombres. "Fue una experiencia única, creo que inolvidable. Nos hacía mucha ilusion y el trato con los jugadores fue increíble. Nos facilitaron mucho el trabajo. Muy bien", relata la árbitra porriñesa de 29 años y afincada en la ciudad de Valencia.

La oportunidad llegó en un encuentro entre semana debido a que la pareja forma parte del grupo de asimilados del comité técnico de árbitros. "Normalmente estamos en División de Honor femenina y en Honor Plata. Pero nos pueden llamar para cualquier partido de Asobal y llegó ayer. La designación salió dos semanas antes, más temprano de lo habitual y nos hacía mucha ilusión", relata Tania Rodríguez. Debido a su condición no sabe si volverán a dirigir más encuentros este curso de la máxima categoría. "Si vienen, perfecto. Nosotras encantadas", añade la porriñesa. En todo caso, también es consciente que "todo el mundo sabía lo que había, era nuestro primer partido e igual influyó. Supongo que, si hay más, no será todo flor de rosas como ayer. Igual nos toca algún encuentro más complicado".

A pesar del debut en la máxima categoría de hombres, Tania Rodríguez ya lleva más de una década en el arbitraje y un lustro con su compañera actual, Lorena García. Juntas subieron peldaño a peldaño. "Nos entendemos muy bien, somos amigas y es algo muy importante a la hora de arbitrar", señala.

Su trayectoria en el mundo del balonmano tiene más capítulos porque Tania Rodríguez llevaba una prometedora carrera en el Porriño. "Jugué la fase de ascenso y, después, llegué a debutar en División de Honor", relata. Formaba parte de una escuadra de gran nivel que en el curso 2008/2009 finalizó subcampeona de España juvenil con Arima López (Porriño) o Lorena Pérez (Guardés) en sus filas. Rodríguez era una zurda rápida y de talento, pero la vida –deportiva y personal– la llevó a impartir justicia y no a marcar tirar roscas o hacer vaselinas. "Mi marido es árbitro y mi hermano también lo es. Los dos en Asobal. En su día, a mi hermano se le ocurrió decirme que probara. Yo, en aquel momento, era jugadora. Lo hice, me gustó y hasta hoy. Después, dejé de jugar para dedicarme solamente al arbitraje", relata Tania Rodríguez. De hecho, reconoce que "dejé las zapatillas por el silbato". No resultó una elección sencialla, pero admite que "disfruto más como árbitro. En su día tuve una lesión grave. Me rompí la rodilla y fue el momento de decidirme y apostar por la opción de dirigir partidos. Eso sí, de vez en cuando, me sale la vena de jugadora y todavía disputo alguna pachanga para quitarme el mono".

En su vida diaria está presente el balonmano hasta el punto de que "si una pareja se pone a ver una película, nosotros nos ponemos un partido y lo analizamos. Puedes ver cosas que no te das cuenta en directo o aprender de observar a otros compañeros", añade Tania Rodríguez. A los 29 años y, tras debutar en Asobal, espera "dar guerra mientras me dejen". Eso sí, con el condicionate de que "tenemos nuestro trabajo de lunes a viernes y hay que cuadrar vacaciones y días para poder pitar". El árbitro también es amateur.

LORENA PÉREZ. Jugadora del Guardés y excompañera de Tania Rodríguez

"Sufro cando ten que pitarme, é unha amiga e o seu papel é difícil"

nnn La salcedense del Atlético Guardés, Lorena Pérez, compartió muchos años en categorías inferiores del Balonmano Porriño con Tania Rodríguez. Además de excompañeras "somos moi amigas", reconoce. Debido a su trayectoria, ya coincidieron en alguna que otra ocasión en la pista, una desde el extremo y otra con el silbato en la mano.

"Sufro un pouco cando nos pitan porque é amiga. O papel de árbitro é moi complicado e pásoo un pouco mal. Sempre hai protestas e eu son de falar bastante. Elas teñen que aguantarnos a todos", descibe la jugadora. En este sentido añade que "temos a tendencia de protestar todo ós árbitros. Non me parece un traballo fácil. Eu non valería para facelo, non creo que tivese paciencia".

De su etapa en el Porriño quedó una profunda amistad porque "xogamos xuntas e tamén vivíamos preto. Era unha xogadora moi boa, zurda e de calidade. Tamén unha gran campañeira", relata la ahora extremo del Guardés.

Señala que, en su día, "decantouse pola arbitraxe, tamén un pouco por amor, e onte mirei o seu debut con moita ilusión. Con traballo van a chegar lonxe", asegura. En años anteriores, cuando tenía partido en Valencia, Lorena Pérez trataba de verse con Tania Rodríguez. Pero en esos casos, "non falabamos de balonmán. Estou contenta de ver que vai cara arriba na faceta que escolleu".n