Botas de plomo en Barreiro

En el estreno de Pichi Lucas en el banquillo de Barreiro, el filial celeste se mostró incapaz de dar tres pases seguidos con criterio, se dejó atrapar en la red de un conjunto canario también muy limitado y sólo fue realmente a por el encuentro en los últimos diez minutos, cuando creó más ocasiones que en los ochenta anteriores pero no supo materializarlas.

El Celta B tenía la oportunidad de salir del descenso directo y situarse en el puesto de promoción que ocupa precisamente el Vecindario, antes y ahora, a sólo tres puntos de los vigueses.

Pichi Lucas introdujo algunos cambios con respecto al equipo que venía jugando con el anterior técnico, Fonsi Valverde. Para empezar, debutó Queco Piña, el portero fichado la semana pasada para cubrir la ausencia de Rubén y que apenas tuvo trabajo.

Al centro del campo volvía Levy Madinda, uno de los pocos que estuvo afortunado en casi todas sus decisiones, y otra novedad fue ver al hasta ahora lateral Víctor Díaz en tareas más ofensivas.

El encuentro se disputó en su mayor parte en el centro del campo hasta el minuto 25, cuando Levy envió un buen pase para la llegada por la izquierda de Maceira, que se internó en el área y se quedó solo ante Santi Lampón, pero su disparo salió alto.

Poco después, el peligro se trasladó a la otra portería. El lateral canario Simón David le quitó el balón a Borja Valle en la banda derecha y se plantó en solitario ante Queco Piña, pero una vez allí, ya no supo que hacer con el balón y se lo dio al central céltico Héctor Ladero, que a su vez lo cedió al portero para que despejara.

Apenas sucedió nada más en los primeros 45 minutos, jugados con plomo en las botas por ambos bandos, así que instantes después de la reanudación, Pichi Lucas movió el banquillo. Manteca entró por Borja y, más tarde, Lede y Jordan sustituyeron a Pillado y Jonny.

Coincidiendo con el primero de ellos, se gritó gol en la grada, pero por el tanto que De Lucas acababa de marcar en Elche, donde estaba puesto el oído de los escasos aficionados que acudieron a Barreiro.

Poco a poco, el Celta B empezó a hacerse dueño del balón, mientras el Vecindario se iba echando atrás para intentar sacar partido de alguno de los muchos errores locales en el pase.

En el 61, Víctor Díaz envió un buen centro desde la derecha al corazón del área, donde Manteca se hizo un lío con la pelota y permitió que la defensa despejara el peligro.

En el 76, otro envío de Marcos se paseó frente a la meta canaria sin que pudieran llegar a rematar ni Manteca ni Jordan.

En los últimos diez minutos, el filial aceleró y, con más corazón que precisión, encerró al Vecindario en su área. Jota tuvo el gol en sus botas en el 87, en una internada que culminó con un disparo cruzado que se fue rozando el poste. No hubo tiempo para más. Antes se había perdido demasiado.

Celta B: 0

Queco Piña, Jonny (Jordan, min.71), Víctor Vázquez, Héctor Ladero, Maceira, Levy, Pillado (Lede, min.68), Víctor Díaz, Marcos Torres, Jota y Borja Valle (Albert Manteca, min.60).

Vecindario: 0

Santi Lampón, Simón David, Amado, Badayco, Roberto, Pollo, Rubén Coméndez, Poncho, Míchel (Futre, min.84), Moisés y Óscar (Maickel, min.66).

Árbitro:

Gálvez Rascón (comité madrileño). Amonestó a los visitantes Roberto, Amado y Pollo.

Incidencias:

Partido de la vigésimo quinta jornada de liga, disputado en el campo de Barreiro ante unos 300 espectadores.