El bosque es la solución para la tierra quemada
TRAIL
Carmela Cardama ha encontrado en el trail la ilusión que había perdido por el atletismo
En la encrucijada de caminos que es la vida, Carmela Cardama cruzó el Atlántico como gran promesa del atletismo vigués y tras su etapa universitaria, en la que fue campeona de la NCAA del 10.000 (2021) y batió el récord de España indoor del 5.000 (2019), se convirtió en toda una realidad. En plena cresta de la ola, el siguiente paso era el profesionalismo. Firmó con On en busca de la explosión definitiva. No llegó. Se fue a vivir a Boulder, en Colorado, donde entrenaba rodeada de montañas. Pero su trayectoria estuvo plagada de lesiones y contratiempos hasta que en marzo de este año decidió dejarlo. En ese momento, se enroló en un equipo popular de la ciudad y conoció el trail. Ahí comenzó un proceso de sanación que continuó de vuelta en Vigo desde septiembre y, de algún modo, se culminó el domingo con eldebut en la disciplina con victoria en el Eifonso.
“Venía de estar lesionada continuamente. Muy decepcionada. Muy quemada”, confiesa la viguesa con la sinceridad de quien dio con el alivio tan cerca de donde había encontrado el sufrimiento. “Antes siempre hacíamos las mismas rutas llanas y con las millas marcadas. Pero cuando probé el trail, empecé a salir un poco de la zona de Boulder y a conocer muchos sitios. Me encantó”, resume sobre sus primeras veces, en lugares de un extraordinario nivel paisajístico. “Es otra forma de correr, mucho más tranquila, de aventura, de ver cosas, disfrutar del paisaje y de ir por sensaciones. Eso me enganchó bastante”, destaca.
“Estaba siempre lesionada, quemada y decepcionada; el trail me ayuda a volver a disfrutar”
Pero Carmela no tuvo la iniciación de cualquier novata normal. Fue con sus nuevos compañeros a pasar el fin de semana en el entorno de Telluride, una localidad enmarcada en un increíble paraje de montaña a 2.700 metros. “Está muy alto”, confirma Cardama, que se metió 30 kilómetros de una exigencia importante. “Fue bastante heavy. De piernas iba preparada, pero igual me llevé patatillas y zumo de avituallamiento”, recuerda entre risas. “¡Pero al final me fue bien, eh! Es duro, pero muy divertido”, aclara.
Esas experiencias fueron el principio de un vínculo en pleno crecimiento. No solo eso. El trail salvó la pasión de Carmela por correr. “No sabía si quería seguir en el deporte”, espeta con claridad. “Me estaba dando tiempo”, reconoce la viguesa, que encontró la sanación de cuerpo y mente en el bosque y la montaña. “Estar quemada es una lesión mental y esta parte quizás no me la había tratado tanto. Me estoy recuperando”, anuncia con un halo de alegría en su voz. “El trail me ayuda a volver a disfrutar”, resume.
“Creo que tengo que darme otra oportunidad en pista; hay otra forma de hacer las cosas”
El caso es que esta incursión en la nueva disciplina está funcionando como motor. Una fábrica de ilusión. Por eso, Cardama deja muy claro que quiere continuar con el atletismo en pista tras rematar un ejercicio de reflexión. “Creo que tengo que darme una oportunidad”, anuncia. “En estos últimos tres años he entrenado un montón. Solo me he lesionado y no he mejorado nada”, apunta con brutal sinceridad. “Hay otra forma de hacer las cosas, en la que yo puedo disfrutar más y aún por encima conseguir mejores objetivos y marcas”, enfatiza Carmela, dispuesta a seguir de la mano del trail. “Busco coger kilómetros de una forma amena y divertida y con las puertas abiertas a lo que venga", concluye con alegría renovada porque el bosque es la solución para la tierra quemada.
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