El Memorial Belarmino Alonso, con más alma que músculo

Mientras la ruta reina, el cross resiste. Asido a citas imprescindibles como el Memorial Belarmino Alonso. Más allá de aplazamientos, ayer celebró su cuadragésima quinta edición con más alma que músculo. Son los tiempos que le ha tocado vivir al atletismo gallego, para el que el campo a través se ha convertido en un extraño. Duele, sobre todo echando un ojo al historial español de esta especialidad a finales del pasado siglo. Los crosses son pocos, pero elegidos.

Apenas una quincena de ellos y siete ellas corrieron las carreras reina, la sénior/sub-23. El número se fue incrementando hasta hacerlo de forma exponencial en la fase de Vigo del programa de deporte escolar de la Xunta de Galicia, Xogade. Todos pisando el habitual recorrido cercano al campo de A Xunqueira en la parroquia de San Andrés de Comesaña, que da nombre al club organizador. Muchas pisadas sobre un terreno mojado, embarrado en una parte, resbaladizo en otra. Un cross.

El santiagués Jorge Puig va camino de merecer un reconocimiento sonoro del Belarmino. Siempre está -ahora como independiente-. Y siempre corre. Ayer lo hizo incluso cuando sabía que el compañero que se llevó consigo tras las primeras zancadas, David de la Fuente, era ave de mal agüero para él. Porque el mediofondista de la Gimnástica de Pontevedra tenía reservado el buen final propio de un ochocentista y fue así como acabó por llevarse la victoria, tras resistir meritoriamente los kilómetros previos. Los escasos seis segundos entre uno y otro se fraguaron en esas rectas y curvas finales.

La prueba femenina tuvo en la tudense Uxía Pérez (Atletismo Femenino Celta) una gran dominadora. Estirando la zancada desde el principio, no dejó opción alguna a la duda y sólo corrió contra el reloj. Un minuto y 45 segundos después de ella cruzó la meta la viguesa Sandra Mosquera (Comesaña), todo un símbolo. Aunque aún por detrás de Soledad Castro, sexta y penúltima.

De las carreras sub-18 y sub-20, resaltar una presencia que en breve será estelar. La arousana Celia Castro (Playas de Castellón) y sus 17 años se pasaron por San Andrés para ganar con suficiencia sobre la tierra un día después de volar sobre la pista de Pontevedra para hacer un 500 en una marca de 1:13.53. Si todo sale bien, será un honorable nombre más en el currículum del Belarmino.