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Gabriel Marcelli siempre está contento. O eso transmite. Pero, como cualquier ser humano, tiene miedos, inquietudes, frustraciones y preocupaciones. El suyo cuando dio el salto a Trial GP tras proclamarse campeón del mundo de Trial 2 el año pasado era ver cómo podía competir contra los mejores. Luego llegó la pandemia del coronavirus para convertir casi todo en problemas mundanos. Pero, igual que su deporte fue capaz de llevar adelante un Mundial en mes y medio, él ha sido capaz de demostrase a sí mismo y a todos los demás que ha llegado a la élite para quedarse con un sexto puesto empatado a 82 puntos con Jeroni Fajardo tras la última prueba del pasado fin de semana en Italia.
"En la primera carrera me tocó abrir las zonas. Iba un poco acojonado", recuerda con su sonrisa habitual, que también sabe ser seria. "Me veía en medio de ellos pero no me sentía uno más. Ahora sí que me siento integrado y puedo luchar por posiciones que eran impensables para mí", destaca.
Así fue. Tras pagar el pato en las primeras pruebas, Marcelli se codeó con los mejores en su bautismo en la élite. Incluso logró un podio, en la segunda prueba del Trial de España. "Si me llegan a decir a principio de temporada que pelearía por el podio en todas las carreras, no me lo habría creído. Ha sido un Mundial muy positivo. He quedado muy contento", reconoce.
Tras un fulgurante campeonato con dos pruebas -sábado y domingo- en cada una de las cuatro sedes, Marcelli ya puede paladear la sensación de estar entre los mejores en una batalla por el segundo puesto -Toni Bou es inalcanzable- o por el primero entre los humanos en la que también se fajó el vigués Jorge Casales, cuarto finalmente. El rosaleiro reconoce que ha sido una "temporada rara" y que no tenía nada claro que se pudiera hacer. "Estoy contento por haber podido sacarla adelante", explica Marcelli, que reconoce que las carreras, a puerta cerrada, se desarrollaron con medidas de seguridad sanitaria "muy rigurosas". No hubo ningún positivo.
Pero esto no para. Queda el futuro. Y el miñoto quiere más. "La idea es pulir pequeños detalles porque creo que he aprendido bastante. Ahora tengo que empezar a creérmelo un poco y ver que puedo estar luchando por podios", apunta con una mezcla de humildad y animosidad. Y con ello en mente está, mientras prepara la última prueba del Campeonato de España de dentro de un mes e imagina -como todos- un gran 2021 . Tras un buen bautizo, toca una comunión aún mejor.n
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