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No llevaba lanzas. Ni escudos. Ni tambores. Tampoco le hizo falta. Ares demostró ayer que no hay nadie como él en la guerra. Dentro de la gran igualdad que está registrando el inicio de la Liga A, la trainera de Ferrolterra está un punto por encima del resto. Su victoria de ayer en la Bandeira Virxe do Carme en O Grove la confirma como la única con dos triunfos y refuerza su liderato con respecto a Bueu, a Chapela y a Tirán. Todo en una regata marcada por el fuerte viento de costado y en la que Cesantes logró un valioso octavo puesto que supone un gran paso hacia la permanencia.
Curiosamente y, pese a ser el peor clasificado, el barco flúor fue el mejor parado de la Ría de Vigo. Ganó la primera tanda a Puebla, Mecos y al filial de Meira, que sigue con su proceso de aprendizaje desde el farolillo rojo. El bote redondelano sigue décimo en la general, pero con una renta de seis puntos sobre el bote barbanzano y a una unidad del grovense.
En la segunda tanta, el filial de Cabo da Cruz sacó partido a su calle. La baliza de tierra se soltó y le permitió hacer unos metros menos para ganar con holgura y adjudicarse el quinto lugar. El mejor del resto. Porque la tanda de honor huele a repetición perenne durante todo el verano. Los cuatro mejores, que están dando pie a la Liga más bonita en muchos años, echaron a remar con un viento más calmado, pero lo suficientemente agitado como para condicionar la regata. Es lo que padeció Tirán. La “Mar do Con” navegó por la calle exterior del campo y sufrió con los soplidos y con las olas. El bote moañés avanzó como pudo, centrado en garantizar la cuarta plaza. Ayer no era su día.
Y de Eolo a Ares. Ayer se conjugaron varios factores que le permitieron derrotar con holgura a Bueu. El barco de Ferrolterra exhibió su condición de recién descendido desde ACT, bogó por la calle 3 -la mejor del campo- y supo ir de menos a más. Porque la “Maruxía” volvió a salir fuerte hasta el punto de liderar en las dos primeras ciabogas, pero en la segunda mitad de la regata empezó a perder fuelle y tuvo que centrarse en la lucha por la segunda posición con Chapela. Mientras, el dios de la guerra guiaba a Ares hacia su segundo triunfo y, en consecuencia, hacia un liderato más sólido en la máxima categoría autonómica.
El barco berete, el único de los cuatro primeros que aún no ha ganado, ofreció buenas sensaciones. Una remada firme, fuerte y con convicción le permitía competir de tú a tú con Bueu en la mayor parte de la regata. Su problema, igual que el de Tirán, llegó de la calle. En este caso, la 1. No por el viento, ni por las olas. Sino porque, en el último tramo antes de la baliza de tierra, la arena provocaba que hubiera muy poco calado y dificultaba enormemente el avance del barco. Esto, traducido al román paladino, significaba perder demasiado tiempo en ese tramo. Demasiado cuando compites contra un candidato a todo como Bueu. Por eso, el tercer puesto de los pupilos de Juan Zunzunegui no es malo en absoluto. Ya habrá días mejores para Tirán y para Chapela. Los naranjas reman en casa el sábado que viene. Será en una regata que implica la vuelta de la Liga B y la F. Ya estamos todos.
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