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El gen competitivo del Guardés volvió a emerger ayer para salvarle a tiempo de una derrota que parecía cantada en el minuto 40 de partido. Porque, después de un buen inicio (5-2), el conjunto miñoto perdió fuelle ante un Elche muy guerrero, que llevó el choque casi igualado al descanso (12-11) para pegarle una importante dentellada en los compases iniciales de la segunda mitad (15-19).
Fue en ese momento cuando las pupilas de José Ignacio Prades, ayer dirigidas por Abel González en ausencia del técnico alicantino, levantaron la cabeza. Y lo hicieron con su receta favorita. La defensa se ajustó bien y dejó al Elche sin ver portería durante trece minutos. Todo con la importante aportación de Marisol Carratú.
Amparadas en Patrícia Lima, las locales transformaron en ventaja los cuatro tantos de desventaja que tenía. La central portuguesa estuvo superlativa en la dirección y en el centro del 6:0 en un nuevo despliegue físico de máxima exigencia. Y, además, lo rubricó todo con cinco goles. Son los mismos que metió su compatriota Sandra Santiago, que alternó la primera línea con el extremo, donde suplió a Lorena Pérez. El trío de habla portuguesa lo completó Gabi Pessoa. La brasileña, infalible desde los siete metros, se fue a ocho goles. Fueron los pilares de un nuevo triunfo en A Sangriña, donde el Guardés cuenta por victorias los seis partidos que ha disputado en el presente 2022.
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