Xavier Lemos, confinado en el taller

“Llevo casi un año recluido en casa, por eso pinto más”. Así, Xavier Lemos Godoy se centró en el trabajo en su taller y logró finalizar su proyecto más ambicioso: la reinterpretación del sepulcro del abad Lope, en la iglesia de Ventosa, situada en un parroquia de Agolada.

“Ha sido una inversión enorme, no solo material, sino en esfuerzo; llevé al lienzo las cincuenta esculturas que componen el mausoleo y una de las que se conservan en el Museo de Pontevedra”, indica el artista, quien inició hace años el proyecto a propuesta de la comunidad franciscana.

Bajo el título “Tralas pegadas do Mestre Mateo’ son un total son once pinturas de gran formato, de 2 metros por 1,20. Están concebidas para un montaje conjunto. La intención es exponerlas en una muestra itinerante a lo largo del Camino de Santiago, por el momento paralizado con la pandemia del coronavirus.

La iglesia de Ventosa, con más de ocho siglos, es considerada el templo del románico gallego, vinculada al taller del Mestre Mateo.

Entre la temática religiosa, Lemos hacía pequeñas escapadas a otro tema recurrente en su pintura: la Ría con las Cíes en el horizonte, fondo ya escogido para dos de sus cuadros del tríptico del Cristo del Victoria. En esta ocasión, cambió de técnica e ‘iluminó’ el muro interior de su terraza con más de cien metros cuadrados.