“Vivimos a ciegas y eso se refleja en la literatura”

“Mirada escrita” (Adeshoras, 2020) llegaba a las librerías en diciembre y aún está pendiente de presentación, que con seguridad se realizará en Vigo en Versus, librería a la que ha estado muy ligado. Su nuevo poemario se divide en dos partes, “En la orilla del silencio” y “Otro mar que nos sigue”. Son 52 poemas que, según este autor, si bien no nacieron durante el confinamiento, sí reflejan estos tiempos. “Lo que creo y expongo es que estamos en una sociedad convulsa. Es muy difícil que la gente sepa cómo resolver la inquietud que siente. Es una época de vivir a ciegas. Es el espejo que se refleja en la calle de cualquier ciudad. Y esto se traduce en el arte, la literatura...”

La influencia del también ourensano José Ángel Valente en Juan Seoane se refleja más que nunca en “Mirada escrita”, en sus referentes —“la grafía de Edmon Jabès”—, en su introversión, en sus alegorías. “Valente siempre estuvo en mí, al igual que otros poetas, como San Juan de la Cruz. Siempre me gustó y tuve la suerte de conocerlo. Soy antimitómano completo, lo admito, pero a Valente lo sé casi de memoria. Puede que utilice algunas figuras, pero inconscientemente. Uso mucho los pájaros, igual que él, que para mí representan la libertad. También el agua: nací en Os Peares, entre ríos, y después me vine a Vigo; siempre viví junto al agua. Y la noche, que es el recogimiento. Sí, está en mí de forma inconsciente”.

En los poemas de “En la orilla del silencio” se aprecia la voz de un poeta que mira hacia atrás desde la madurez. “Lo ha captado muy bien Fernando Ferro, autor de las ilustraciones del libro, que pone imagen frente a poesía, poesía frente a pensamiento”. En “Otro mar que nos sigue” nos presenta declaraciones de amor. “Lo más difícil, porque es muy fácil caer en la cursilería. Son poemas apócrifos, dirigidos a personajes inventados, como Celia”.

Para Seoane, que entiende la poesía como Iris Murdoch, que consideraba la buena literatura como una actividad platónica, este género no está de moda. “La moda pasa y nada queda; queda lo auténtico. Y lo que se ve por las redes sociales son palabras agresivas que solo intentan provocar”. Por eso, defiende la labor de los editores. “He tenido mucha suerte de encontrar una gran afinidad con mi editora en Adeshoras y eso es muy importante”, concluye. n