“Un dj necesita saber más que de técnica y de música, requiere márketing y presencia en redes”

¿Cuándo se planteó ser dj como una profesión?

No me lo planteaba así. Ahora es una profesión más conocida y los chavales tienen referentes, pero no cuando yo empecé. Me inicié en el 93, estudiaba Periodismo en Santiago y empecé a colaborar en revistas musicales. Descubrimos que mientras aquí no había nada, en Portugal se organizaban fiestas muy interesantes. La gente de Churruca me puso en contacto con Julio Gómez de Vademcwm y me propuso pinchar con Prozack (Carlos Órdoñez). Mi primera vez no tenía ni idea, llegué con 20 vinilos, me limité a ponerlos uno de detrás de otro, sin mezclar. Me invitaron a volver el fin de semana siguiente y continué. Tuve que aprender sobre la marcha.

Los tiempos cambiaron y ahora enseñan en las aulas a ser dj.

Se imparte en un ciclo de FP y también en academias privadas. Es bueno tener esa formación, también se puede adquirir online. Pero lo que más cambió es la tecnología, ahora usamos software y hardware. Hay más recursos, pero también más competencia. Para que un aspirante pueda sacar la cabeza necesita saber más que de técnica y de música. Requiere márketing y presencia en redes.

¿Es cierta esa imagen glamourosa del dj que amanece en una ciudad distinta cada día?

Sí que hay ese tipo de dj. Es como un grupo de rock, algunos se mueven en el circuito internacional y otros a nivel local. En los últimos diez años hubo una eclosión de música de dj en Ibiza y en Las Vegas. Es un espectáculo más de masas, frente a los clubes que es algo más experimental. Ser dj internacional es muy sacrificado a nivel físico y mental, es como pasar de 200 a cero en pocas horas. Aunque no hablo por experiencia, es cierto que alguna vez tuve que coger un avión a deshora.

¿Cómo influye a la profesión el cierre de los locales?

Afecta a toda la estructura. Es un sector que en los últimos años se ha ido profesionalizando, además del dj está el programador, el personal técnico, administración. Es como un dominó que no sabes cuántas piezas tiene detrás. Tanto para los residentes que pinchan en un mismo sitio como para los que giran todos los fines de semana esto se cortó sin saber cuándo se recuperará. Este verano se pudieron organizar festivales pequeños al aire libre, pero las madrugadas en los clubs tardarán en volver.n