"Cuando escribo, estoy visualizando la escena, va mucho con los tiempos"

Fisioterapeuta y comunicador audiovisual, David Orange (Valencia, 1982) vuelve a ser actualidad después de su éxito “La chica del semáforo y el hombre del coche”. Llega con un thriller localizado en su ciudad natal, Valencia, “Romperás la noche con un grito” (editorial Planeta), novela que presentó para los lectores de Atlántico.

“Romperás la noche con un grito” gira en torno a la desaparición de un bebé de su cuna, sin embargo aborda temas de importante calado social. ¿La novela negra es una excusa para escribir sobre otras cosas?

El thriller es un género que entra muy bien, provoca sensaciones, vivencias interesantes y es verdad que da pie a hablar y reflexionar de otros temas como la maternidad subrogada que es algo que poco a poco se está introduciendo en la sociedad. También trato la infancia y si lo estamos haciendo bien, hasta qué punto se condiciona la personalidad.

Es una trama con distintas localizaciones temporales, ¿contribuye así a mantener la intriga hasta el final?

La estructura es de 75 capítulos en los que hay una investigación frenética, sin parar, pero que incluye flash back de los personajes que ayuda a bajar el ritmo, permite al lector respirar y conocer algo del pasado que tiene consecuencias en el presente. Vale para conocer mejor a los protagonistas.

La localización, Valencia. ¿Se escribe mejor de un lugar familiar?

Es mi ciudad. Todo está plagado de Valencia. Es una ciudad muy desconocida, tiene un casco antiguo muy conocido, pero convive con los bajos fondos y la Valencia subterránea, la de las acequias y los refugios, la de la huertas. Es un lugar apasionante.

¿Se considera un escritor de novela negra?

Me dejo llevar, al fin y cabo, los géneros literarios no son compartimentos estancos, al escribir se fusionan. Yo no soy al 100% ortodoxo.

Pero sí tiene un carácter muy audiovisual.

Soy un licenciado en Comunicación Audiovisual, gran amante del cine y de las series. Al hablar de fusionar géneros también se puede aplicar aquí. Cuando escribo, estoy visualizando la escena. Leer libros y visualizar va mucho con los tiempos.

¿Cómo ve su evolución desde su primera novela?

Creo que he madurado en muchos sentidos y que conecto con los lectores sin perder mi esencia. Tengo una sensación más plena, de estar más cerca de lo que quiero y cómo lo quiero. Todo fluye mejor. Hay mucho trabajo detrás, pero creo que estoy en el buen camino. Mi único interés es que el lector lo pase bien.