Relevo en la parroquia de Santa Teresa de A Cañiza

En varias parroquias de los arciprestazgos de Tea-Condado y Louriña, es tiempo de despedidas y bienvenidas debido a los cambios que el Obispo de la diócesis de Tui-Vigo ha realizado recientemente. Uno de los relevos afecta al párroco, Miguel Ángel Castro Quinteiro, que durante 19 años desempeñó su labor pastoral en las parroquias de Santa Teresa de Xesús de A Cañiza, San Sebastián de Achas, Santa Eulalia de Deva y San Xulián de Petán. Ahora, le toca iniciar una nueva etapa en la Parroquia de la Inmaculada Concepción de Vigo, conocida como la iglesia de “Los Picos” (en la Doblada). Por este motivo, el alcalde, Luis Piña, quiso despedirse de Don Miguel Ángel y entregarle un recuerdo institucional como muestra de afecto y reconocimiento por su dedicación y compromiso con los vecinos desde su llegada, el 6 de octubre de 2006. Un sencillo acto al que asistieron José María Vázquez Piñeiro, amigo y cura párroco de Valeixe y O Couto, y la teniente alcalde, María José Rodríguez, que quisieron acompañarle en un momento tan especial.

La despedida a sus feligreses será en una Misa Solemne, este miércoles, día 15 (12:00h), festividad de Santa Teresa de Jesús, patrona de la parroquia de A Cañiza. Y este domingo, día 19, será el nuevo párroco, José Manuel Pereira Vidal, quien celebrará su primer oficio religioso, dando inicio a una nueva etapa pastoral en la comunidad. Misa solemne a la que el alcalde no podrá asistir por coincidir ese día -15 de octubre, festivo en A Cañiza-, con su asistencia a una sesión del Congreso de los Diputados en Madrid, a la misma hora. Luis Piña le trasladó personalmente a Don Miguel Ángel su “afecto, gratitud por su entrega y los mejores deseos en su nueva etapa pastoral en Vigo”.

El acto concluyó con la firma en el ‘Libro de Honra do Concello’, en el que el sacerdote dejó una dedicatoria llena de gratitud y “agarimo” al pueblo de A Cañiza: “Con profundo e afectuoso agradecemento pola súa acollida e continua colaboración desde o primeiro día ata o último. Sempre me sentín apoiado, valorado e querido. Por iso, Mil gracias, as miñas oracións e bendición. Estades sempre no meu corazón”.