Una vecina de Crecente: “Empecé a gritar al abrir la puerta y ver una masa naranja”
Incendio forestal
Vecinos de Ameixeira, la zona más afectada, explican la angustia y el miedo al tener que desalojar sus casas en plena noche
El temor al fuego que hace 18 años asoló su parroquia regresó la pasada madrugada a Ameixeira. Sobre las doce y media de la noche, “la Guardia Civil llamó a mi puerta, al abrirla ya vi el panaroma, un montón de vehículos policiales y en frente una masa naranja y empecé a gritar, sentí un fuerte dolor en el pecho”, explicaba Olaia, una de las vecinas que tuvo que salir de inmediato de su casa en plena noche por la cercanía de las llamas.
El periplo de los más de veinte vecinos fue “angustioso" y con “mucha incertidumbre”, aseguraba esta joven quien incidía en que todo fue muy rápido. Cogió su coche y como los demás pusieron rumbo a la iglesia. “Pero allí apenas pudimos estar unos minutos, las llamas estaban llegando”, relataba. Así que los vecinos se dirigieron a un punto de encuentro, la estación de servicio de A Cañiza, donde el alcalde y los efectivos les dieron instrucciones.
Finalmente, los desalojados se marcharon a una centro residencia de las Esclavas, donde estuvieron desde la una de la madrugada hasta las nueve de la mañana. “Fueron momentos de temor y sobre todo las personas mayores recordando lo mal que lo pasaron con el fuego”, comentaba Olaia.
Crecente concentró este año los mayores incendios registrados en Galicia. Al de ayer, hay que sumar uno en febrero que quemó 170 hectáreas y el de hace solo una semana también en Filgueira, donde se quemaron otras 30 hectáreas.
Aunque será difícil saber por qué este municipio es una de las zonas más castigadas, los vecinos apuntan a una serie de factores si no concluyentes al menos facilitadores. Entre ellos, la población escasa y diseminada en las parroquias y la cercanía con Portugal. De hecho, los incendios más importantes se originaron en el país vecino y el viento “incontrolable”, según apuntaban, hizo avanzar las llamas de forma imparable.
Sobre las ocho de la tarde de ayer, el incendio estaba perimetrado pero continuaba el nivel 2 tras incorporarse el equipo de la UME llegado directamente de León para sumar apoyo con los efectivos de la Consellería de Medio Rural.
Pese a la dificultad del fuerte viento, las previsiones de lluvia en las próximas horas podría ser un factor clave en caso de que el fuego siga activo a lo largo de la noche, aunque de momento alejado de las viviendas y después de haber cercado la carretera hacia Crecente.
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