Falta de desbroces un polvorín en el incendio de Guillade

Los vecinos habían alertado varias veces al gobierno local del peligro que suponían las franjas de seguridad con combustible forestal a menos de 50 metros de las casas

Vegetación en una finca entre dos edificios del centro de Ponteareas, combustible para un ‘incendio interfaz’.
Vegetación en una finca entre dos edificios del centro de Ponteareas, combustible para un ‘incendio interfaz’.

El incendio de este lunes en Guillade, ha vuelto a poner en el foco en el abandono de los núcleos de población rurales por ser un claro ejemplo de falta de desbrozados y dejadez de funciones del Concello al que los vecinos llevaban mucho tiempo pidiendo que se limpiasen las zonas -franjas de seguridad a menos de 50 metros de las viviendas-, que son un polvorín y que sirvieron de combustible al incendio. Eso, y por no obligar a propietarios de fincas abandonadas a tenerlas limpias, cosa que sí están haciendo en concellos vecinos como Porriño y As Neves, este último incluso imponiendo multas a los infractores para evitar situaciones como la del núcleo de población de Reimonde, en Guillade (Ponteareas), donde el fuego se acercó peligrosamente a las casas y arrasó más de 25 hectáreas. Ayer estaba aún activo aunque practicamente perimetrado y evolucionando bien la extinción. Un peligroso incendio en el que intervinieron dos técnicos, 12 auxiliares, 30 bomberos, 21 motobombas, 2 palas, 1 tractor, 6 aviones, 9 helicópteros y los vecinos del lugar ayudando en todo momento con los medios caseros que tenían a mano, exponiéndose al peligro.

Según explican a este diario un técnico y un brigadista, Ponteareas cada vez sufre más incendios de los llamados “interfaz urbano forestal”. Y es “lamentable” que el Concello no haya aprendido nada tras los grandes fuegos de 2017, que pusieron en riesgo las vidas de mucha población. De hecho, ambos recuerdan que, en estos últimos cinco años, Ponteareas ni siguiera elaboró un plan de prevención. Es más, el propio gobierno local BNG-PSOE, llegó a rechazar y votar en contra de aumentar un 50% más la plantilla del GES. Y ayer, la falta de efectivos se hizo patente cuando “los dos únicos bomberos de guardia de Ponteareas, estaban en la A-52 apagando el incendio de un camión, obligando a los bomberos forestales a dejar las labores de extinción del monte para proteger las viviendas amenazadas en Guillade”. Y Ponteareas ni siquiera dispone de una brigada municipal de incendios como Covelo, Porriño o Mos, para tareas de prevención eliminando el combustible vegetal de fincas entre edificios del casco urbano.

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