Un fallo evita el éxodo de 5 empresas de Monte Faquiña
La Asociación de Empresarios de Mos califica la resolución judicial “de puro sentido común” y confía en que la sentencia, una vez firme, frene un posible marcha a Portugal
El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número dos de O Porriño acaba de declarar “prorrogados tácitamente” los contratos de derecho de superficie firmados años atrás por cinco empresas instaladas en el polígono de Monte Faquiña, en Mos. Emprresarios a los que, la Comunidad de Montes de Tameiga había impuesto unas condiciones leoninas para que pudiesen continuar desarrollando su actividad en este poligono industrial mosense.
Además, la resolución judicial también amplía la duración de los contratos durante 25 años a contar desde la fecha en que hubieran alcanzado los primeros 50. Es decir, asume al completo los términos de la demanda interpuesta por los empresarios. De esta forma, Redphone Galicia podrá permanecer en Monte Faquiña en las condiciones actuales hasta el año 2072. Telenet Central Logística, hasta el 2077. Distribuciones Alonso Otero, hasta el 2053. Blanco Quintás, hasta el año 2069, y Autocares García, hasta el 2046.
Este fallo a favor de los cinco empresarios que acudieron a la justicia, entiende que, en este caso, se ha vulnerado el “principio de confianza legítima”, por lo que considera especialmente claro el testimonio prestado durante el juicio por la alcaldesa de Mos, Nidia Arévalo, quien afirmó que los terrenos de Monte Faquiña fueron arrendados para su explotación industrial, y que además fue reiteradamente manifestada “la voluntad política de prorrogar los contratos siempre que se mantuviera el empleo local y las instalaciones con el fin de compensar las inversiones que realizaran los empresarios”. Ahora, la sentencia confirma que las garantías “precisas, incondicionales y concordantes” recibidas de la Administración Municipal, suscitaron en los cinco industriales una esperanza legítima de que podían acometer nuevas inversiones con margen de tiempo suficiente para la viabilidad del negocio.
Ahora, una vez que se ha conocido el fallo judicial, desde la Asociación de Empresarios de Mos, Aemos, “aplauden” la resolución por considerarla “indudablemente de puro sentido común”. La entidad empresarial mosense, confía además en que, con esta sentencia, judicial, una vez sea firme, se frene la amenaza de éxodo empresarial hacia Portugal, aunque también entiende que “habrá que seguir aunando esfuerzos tanto para que el caso de Tameiga no se extienda a otras zonas como para que los empresarios de este área o de cualquier otra, que llevan años dando trabajo en Galicia, puedan continuar aquí desempeñando sus actividades con las suficientes garantías de que van a tener seguridad jurídica”.
Cabral y Mos y el peligro de deslocalización de empresas
Este conflicto entre las empresas radicadas en Monte Faquiña y los comuneros de Tameiga, se suscitó a raíz de que los tribunales otorgasen la propiedad del suelo que ocupan las empresas a las comunidades de montes. Y en el caso de los comuneros de Tameiga, decidieron no respetar las condiciones de los contratos fijados en su día por el Concello de Mos con las firmas empresariales que habían afrontado millonarias inversiones para poner en marcha sus actividades, bajo la premisa de contar con un canon determinado y una duración de la concesión suficiente para garantizar la amortización del negocio. Pero se encontraron conque sus concesiones caducaban sin que fueran a respetarse siquiera los acuerdos tácitos y verbales alcanzados con el Concello para prorrogarlas y con la imposición de un canon totalmente desorbitado e inasumible, con incrementos por encima del 1200 por ciento. Condiciones innegociables que motivaron que muchas de las empresas afectadas, ante este incremento desproporcionado, pensasen seriamente su posible deslocalización hacia otras demarcaciones, como polígonos del Norte de Portugal.
Las empresas afectadas y a las que ahora se les han reconocido judicialmente sus derechos, a lo largo de todos estos años, han ido implementado un gran volumen de inversión ante el convencimiento de que podrían renovar sus concesiones en los términos pactados en su inicio. Se trata de empresas asentadas en Mos desde el año 1969, con inversiones realizadas en el municipio en los últimos 10 años que superan los 20 millones de euros. Inversiones en nuevas infraestructura y dotaciones que han revitalizado la zona en donde desarrollan una actividad industrial y comercial de alto valor, sirviendo de polo de atracción económica para otras empresas del área y, a la vez, de motor de arrastre para otras actividades empresariales en el municipio con naves levantadas y acondicionadas para albergar delegaciones de las que dependende no solo los trabajadores de esta sede, sino aquellas que integran la división noroeste del grupo distribuido por todo el territorio español.
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