El Corpus de Ponteareas aspira a ser elegido mejor patrimonio cultural

La celebración del Corpus Christi de Ponteareas ha sido seleccionada como candidata en la categoría de ‘Mejor Patrimonio Cultural’ en los I Premios de los Lectores de la revista Historia National Geographic, organizados en colaboración con el Ayuntamiento de Córdoba. Este reconocimiento se otorga a manifestaciones o tradiciones, tanto religiosas como paganas, que sean de carácter popular y accesibles para un público amplio, sin distinción de edad o condición. Entre los criterios de valoración se destacan el arraigo de la festividad, los valores que promueve y la repercusión que tiene entre la sociedad.

La inclusión del Corpus Christi de Ponteareas en estos premios se suma a otras distinciones como la declaración de Bien de Interés Cultural en la categoría de Patrimonio Inmaterial, concedida este mismo año, y la consideración de Fiesta de Interés Turístico Internacional.

El Concello de Ponteareas invitó ayer a la ciudadanía a apoyar esta candidatura mediante votación a través de la página web de National Geographic, abierta hasta el jueves 10 de octubre. Los resultados se anunciarán en la edición de diciembre de la revista Historia National Geographic. Para participar en la votación, es necesario emitir el voto en las seis categorías propuestas por los premios, lo que también permite a los votantes entrar en un sorteo de ocho cámaras Fujifilm Instax Mini 90.

El Corpus Christi es una festividad católica medieval basada en el culto a la Eucaristía, tradición que fue adoptando elementos populares folclóricos y del ciclo agrario, y que al llegar a la Villa de Ponteareas, adquiere elementos diferenciables siendo las alfombras de flores lo más representativo y reconocible cuya transmisión se ha ido manteniendo entre generaciones. Tiene su origen en la mitad del siglo XIII, en la abadía de Cornillón, en Lieja, Bélgica, y rápidamente llega a Roma, siendo el Papa Urbano IV quien la institucionaliza desde el Vaticano, dentro del calendario cristiano, pasando de ser una modesta fiesta medieval a una de las festividades más importantes de la liturgia católica, con procesiones y a la vez, con elementos festivos populares.