La capilla de San Benito de O Porriño, víctima de un robo
Los ladrones, que actuaron de noche, además de robar un lampadario de velas ofrecidas por los fieles, causaron destrozos en el Altar Mayor, imágenes y mobiliario
El de ayer miércoles 20 de abril, no fue un buen día para Porriño. Además del incendio que calcinó una nave del polígono de A Granxa, los ladrones entraron de noche en la emblemática capilla de San Benito, llevándose un ‘lampadario’ con donativos (atril con velas que encienden los feligreses para pedir o agradecer favores recibidos), además de causar múltiples daños en el altar mayor, violentando la puerta del Sagrario, y en varias imágenes religiosas.
Tanto la Guardia Civil como la Policía Local de O Porriño, ya han abierto una investigación encaminada a identificar a los autores de este robo con fuerza cometido la noche del miércoles en la capilla de San Benito. Robo que ha causado una honda consternación y tristeza entre vecinos y devotos del santo patrón de la localidad.
Fuentes municipales, informaban del suceso registrado en este recinto religioso. Una pequeña capilla, pero muy emblemática para los porriñeses, a la que, nada más tener noticia del expolio, se desplazó el alcalde, Alejandro Lorenzo, para comprobar en persona los daños causados por los ladrones y mostrar su más “rotunda condena” por unos hechos que “non só supoñen un gran dano patrimonial senón tamén ao sentir de moitos porriñeses”, señalaba mientras evaluaba los destrozos acompañados por vecinos del barrio de San Benito, donde se ubica esta pequeña ermita.
La capilla de San Benito es una pequeña edificación religiosa dedicada al culto del santo, que data del siglo XIX. Fue ampliada y restaurada en el sioglo XX. Y a ella acuden, cada 11 de julio, día de la festividad del santo patrono de Porriño y de Europa, miles de devotos. Está situada en uno de barrios que dieron origen a Porriño y atravesado por el Camino Portugués a Santiago de Compostela. Antiguamente, en su entorno, se celebraba el mercado de la villa. Y hoy se mantiene la tradición -aunque modernizada-, con el mercadillo de venta ambulante de cada martes. Ayer, los porriñeses -sobre todo los de este emblemático, antiguo y coqueto barrio-, estaban tristes y consternados tras enterarse del robo perpetrado en su emblemática capilla.
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