El camping Carballo do Marco de A Cañiza abrirá el mes de julio

El pleno, al que no asistió el PP, dio luz verde a la concesión a favor de la empresa Ana Outón Beloso por 1'6 millones de euros

Camping Carballo do Marco, de A Cañiza
Camping Carballo do Marco, de A Cañiza

El pleno de A Cañiza, tras evaluar las propuestas recibidas, avaló la adjudicación para la explotación del Camping Carballo do Marco, a la empresa especializada en gestión de hostelería, ocio y tiempo libre, ‘Ana Outón Beloso’, con lo cual, la instalación, tal y como señala el alcalde, Luis Piña “volverá a ser una herramienta nuclear capaz de fomentar el turismo en la zona y de atraer visitantes a un entorno natural, lugar de descanso y ocio con un gran atractivo”. El Concello, tras acometer una serie de mejoras, licitó la concesión por 1.604.283 y un plazo de 16 años. Y según el contrato, la empresa podrá mantener la instalación abierta durante el tiempo que considere oportuno pero respetando siempre que el camping esté operativo, por lo menos, en Semana Santa y del 1 de julio al 31 de agosto, con los servicios de cafetería, bar y comidas, de uso general y no exclusivo de los campistas al igual que el alquiler de bicicletas o cualquier otra actividad que previamente será regulada por el Concello.

Esta concesión se aprobó únicamente con los votos de PSOE y Cs, ya que, el grupo municipal del Partido Popular no asistió al pleno extraordinario celebrado ayer viernes, “para non ser cómplice dun contrato claramente amañado para beneficiar a unha empresa”, según señala Miguel Domínguez, portavoz popular, explicando a este respecto que en el PP “estábamos a favor de una gestión más eficaz y eficiente para el cámping municipal, pero no en como se hizo el proceso de licitación”. Y afirma que, el pliego de condiciones, se redactó para beneficiar a una empresa con la que se negoció previamente aceptando muchas de sus exigencias. Por todo ello, los concejales del grupo popular "no podemos participar en un paripé para maquillar una adjudicación negociada, que antepone los intereses de la empresa”. Un contrato “a dedo”, que traerá consecuencias para el concello, sentencian.

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