Vigo está en Valencia

Las consecuencias de la DANA marcaron el partido, con masiva recogida previa de ayuda

Miles de aficionados pusieron su granito de arena en forma de alimentos y otros artículos para los afectados por la DANA en tierras valencianas.
Miles de aficionados pusieron su granito de arena en forma de alimentos y otros artículos para los afectados por la DANA en tierras valencianas.

Balaídos no es una mole inerte. Es un punto de referencia en Vigo, un lugar conocido por todos y con capacidad de congregar a miles de vigueses. Fundamentalmente, para el fútbol. Pero no sólo. La solidaridad debe encontrar sus vías para concretarse. Ayer, el estadio fue el punto de recogida de ayuda para los damnificados por la DANA en Valencia y el punto de amplificación de los mensajes de apoyo por la desgracia acontecida la pasada semana y cuyas consecuencias durarán años.

Si el fútbol no para, aprovechémoslo. Tal era el mensaje y la afición celeste -y la ciudadanía en general- respondió a la llamada. En las horas previas, las colas en el antiguo museo fueron continuas. Así como la salida de las furgonetas cargadas del material donado, que será enviado hacia Valencia en colaboración con el Banco de Alimentos de la ciudad che.

La grada mostró su apoyo.
La grada mostró su apoyo.

Siguió muy presente Valencia dentro del estadio. Con cánticos y numerosas pancartas de apoyo elaboradas por el celtismo. Aunque hubo el paréntesis del homenaje previo a los atletas olímpicos del Celta aprovechando el centenario de la entidad atlética homónima al club de fútbol. Carlos Pérez, Javier Álvarez Salgado, Rogelio Rivas, Ramón Magariños, Carlos Adán, David Gómez, Julia Vaquero, Ester Navarrete y Alice Finot recibieron los aplausos de Balaídos, junto a la pareja de Alejandro Gómez. La gala hizo el saque de honor.

Por primera vez esta temporada, Balaídos no logró reunir a 20.000 aficionados. Se quedaron en 19.502 por el efecto lunes y, tal vez, un poco también por el efecto Getafe. Los que estuvieron celebraron pronto el gol de Douvikas y después pasaron más tiempo pensando en posibles reveses que en una victoria ajustada. Pese a todo, este equipo optimista todavía no ha logrado curar las heridas del pasado, ésas que supuran pesimismo cuando las rachas no son tan brillantes.

Pero pudo haber festejo final. Comedido porque el ánimo no futbolístico es el que es.

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