Racing de Castrelos y As Celtas B ganan la Copa Vigo

La Copa Vigo 2024 proclamó ayer campeones a As Celtas B en categoría femenina y al Racing de Castrelos en la masculina, en una espléndida jornada de fútbol para la historia. Porque el Racing celebró sus 101 años con el octavo título y porque es el primero conquistado por el proyecto de fútbol femenino del Real Club Celta. No es cosa menor que la presidenta de la SAD, Marián Mouriño, acudiese a la final enfundada en una sudadera de As Celtas.

“La victoria es estar aquí”, dijo la presidenta céltica en la entrega de premios, cuando llovían felicitaciones por el título. Su asistencia, acompañando en el palco de Coia al edil de Deportes, Manel Fernández; al vicepresidente federativo, Fernando Iglesias; o a representantes de su propio club (Xisela Aranda), del Valladares y de la Gallega, fue un mensaje de calado en un torneo del KO de fútbol aficionado que está reservado a equipos de competición autonómica. Desde agosto, quince participaron en la masculina, nacida en 1933, y seis en la femenina, que comenzó a jugarse en 2013.

Las jugadoras de Mara Jiménez no dejaron resquicio a la sorpresa. En el once inicial, tres habituales en las convocatorias del primer equipo, la portera Adriana Alonso, la polivalente Celia Fontecha y la ariete Emma Domínguez.

Un gol de Ángela Blanco en el minuto 25 y otro de Iria Seoane en el 26 dejaron la final vista para sentencia, que llegó al filo del descanso con diana de Emma. En la segunda mitad, goles de Naiara Costas (minuto 64) y de Seoane de nuevo (minuto 79).

As Celtas releva al Sárdoma B CF, que había conquistado las dos últimas ediciones. Desde 2022 el cuadro femenino tampoco admite a clubes de categoría nacional.

Final masculina

No hubo color y, para desgracia de la UD Santa Mariña, el maleficio copero se prolonga por vigésimo año. Desde que conquistó la edición de 2004, el equipo rojillo metió la cabeza en cinco finales más (2013, 2015, 2018, 2023 y ésta) y tres fueron perdidas en los penaltis, la del año pasado por la mínima ante el Matamá (0-1) y frente al conjunto de Monte da Mina, con clara derrota (3-0).

En realidad no hubo final, o al menos solo estuvo controlada por un equipo, el de Anxo Leirós. Más experto, más físico, ganador de cualquier duelo o cuerpeo, con un línea de cuatro contundente y Ricardo Alonso como enlace entre zaga y centro del campo, los rojiblancos se encontraron con un aviso de Gonzalo Alonso (zambombazo alto desde el vértice del área, minuto 15), respondido por el 1-0 dos minutos después. Iván Mingotes vio la línea defensiva rival muy adelantada y, con el interior del pie derecho, envió un perfecto pase adelantado a Iago Caamaño, para que éste ganase la espalda a los centrales y, sobre la salida del meta, le colgase el balón para inaugurar el marcador.

Si cada vez que intentas jugar en largo, o buscas centros por las bandas y todos te los tapa la zaga del Racing cual muro inatacable, mal asunto. Fue una constante y además en el minuto 28 Caamaño devolvía el favor para que Mingotes firmase el segundo gol. Quedaba mucho partido, pero la realidad decía que solo había un equipo en el campo. Y a los cinco minutos del segundo periodo, a la salida de un saque de esquina, Jose Rabadán conectaba un testarazo para el definitivo 3-0. Con el partido ya bendecido, el Santa tuvo dos o tres oportunidades, pero no logró anotar el gol del honor.