La rabia se transforma en buen fútbol

El Celta logra la primera victoria de la temporada tras remontar al PAOK en base a su juego y con Aspas al mando

Publicado: 03 oct 2025 - 07:08 Actualizado: 03 oct 2025 - 08:14

Iago Aspas cabecea a gol justo antes del descanso para empatar el partido. Tras el parón, el equipo regresó convencido de su juego y culminó la remontada.
Iago Aspas cabecea a gol justo antes del descanso para empatar el partido. Tras el parón, el equipo regresó convencido de su juego y culminó la remontada. | J.V.Landín

El Celta volvió a reconocerse en el espejo de su fútbol. Pese a que un error le hizo empezar pediendo, volvió a sus sonadas remontadas para ganar su primer partido del curso, lograr una victoria europea ante el PAOK y, por fin, festejar.

La primera cuestión en juego se solventó rápido. El Celta iba a ser el Celta. El que había dejado de ser en los dos últimos partidos. El equipo celeste apostó por matar o morir con sus ideas de siempre, que pasan por la consideración del balón como el tótem y con la permanente inercia hacia el campo rival. Y si de esencia se habla, la figura de Iago Aspas es fundamental. El moañés asumió el mando, siendo el eslabón más fuerte de una cadena que pretende no perder a ningún componente. Por eso, que el todavía inédito Damián Rodríguez apareciese en el once fue una parte más del mensaje: el Celta iba a ser el Celta.

No tiene el PAOK el ritmo interno que sí tuvieron, por ejemplo, Stuttgart o Elche. Ni esa fe en el uno contra uno defensivo. Ni siquiera apostó por todos sus titulares, pensando en el Olympiacos. Y los célticos pudieron disfrutar de la posesión. Nada contemplativa. Siempre inquisitiva, aunque los caminos estuviesen nublados por el negro de las camisetas del PAOK. El dibujo era velocidad por la derecha, con Javi Rueda, y control por la izquierda, con Óscar Mingueza. Pero ambos carrileros muy arriba para obligar al rival a recular.

No aparecieron las ocasiones en tropel. Del pasado reciente no se sale de repente. Pero la intención estaba en cada pase, en cada carrera y en cada presión. Había robos. Faltaba concretarlos en ganancias. Lo pudo hacer Marcos Alonso al sumarse al ataque con ímpetu al cuarto de hora, pero tapó Pavlenka.

El balón fluía, con Aspas apareciendo donde hacía falta siempre para dar continuidad. El balón lo pasaba bien y, tal vez por eso, no se dejaba atrapar en la portería contraria. Porque el PAOK no inquietaba y apenas amagaba con la calidad de Konstantelias por banda izquierda. Pero el Celta era muy reconocible y el primer paso anoche era reencontrarse.

El segundo debería haber sido, lógicamente, ponerse por delante en el marcador. Pero la resurrección habría sido demasiado sencilla. El conjunto griego amenazaba la salida desde atrás celeste por momentos. Y en uno de ellos, no hubo precisión en pases sobre el papel sencillos entre Starfelt, Manu Fernández y Javi Rueda. Konstantelias robó cerquísima del área celeste y probó a Radu, quien depesjó. Pero el balón le cayó franco a Giakoumakis para marcar.

Se complicaba el desarrollo. Pero la idea no. Y Aspas tampoco. Encontró por fin la vía el Celta justo antes del descanso. Con Mingueza de guía. Buen centro de zurda y cabezazo del capitán para empatar.

El parón no detuvo. Catapultó. Porque esa rabia que mentaba Giráldez en la previa se convirtió en fútbol. Con goles. Y con los desmarques de Swedberg como sangrante cuchillo. Pese a que el remate final le costó. De un rechace suyo marcó Borja Iglesias el gol de la remontada. En el siguiente, topó con el portero. Y en el tercero, marcó. Con el Celta siendo el Celta. Y ganando.

Celta 3-1 PAOK

Celta:

Ionut Radu; Javi Rueda (Javi Rodríguez, min.83), Manu Fernández, Carl Starfelt, Marcos Alonso, Óscar Mingueza (Carlos Domínguez, min.65); Damián Rodríguez, Ilaix Moriba; Iago Aspas (Pablo Durán, min.73), Borja Iglesias (Ferran Jutglá, min.65), Williot Swedberg (Bryan Zaragoza, min.73).

PAOK:

Pavlenka; Joan Sastre, Vogliacco (Kedziora, min.73), Michailidis, Baba; Bianco (Meité, min.61), Ozdoev; Despodov (Zivkovic, min.70), Camara (Taison, min.70), Konstantelias; Giakoumakis (Chalov, min.61).

Goles:

0-1, min.37: Giakoumakis; 1-1, min.45+2: Iago Aspas; 2-1, min.53: Borja Iglesias; 3-1, min.70: Swedberg.

Árbitro:

Igor Pajac (Croacia). Amarillas a los locales Moriba, Swedberg y Mingueza; y a los visitantes Ozdoev y Giakoumakis.

Incidencias:

Partido de la segunda jornada de la fase liga de la Liga Europa. Estadio de Balaídos, con 20.849 espectadores en las gradas.

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