Paralelismo Celta-Braga

En su largo y complejo currículum -no hay que olvidar que el Celta es su vigésimo club-, hay un éxito que él remarca cada vez que puede y que ilusiona al celtismo: el título de la Copa de Portugal ganado con el Braga, su lugar de nacimiento, en la temporada 20/21. Ése que ha colaborado a que en las últimas horas haya recibido la Medalla de Oro de la localidad del norte de Portugal, con motivo del Día de San Geraldo.

Para ganar aquella Copa, el Braga disputó siete partidos. Sus tres primeras eliminatorias fueron ante rivales de la tercera categoría. Sufrió mucho ante el Trofense -que acabaría ascendiendo ese año a la Segunda División, en la que continúa- al imponerse 2-1 con un gol en el descuento y el rival con un hombre menos. Pero después goleó a Montijo (7-0) y a Torreense (5-0), este último uno de los tres conjuntos de tal categoría presentes en el bombo de octavos de final.

En cuartos ya tuvo un rival de Primera, el Santa Clara, al que superó (2-1) en casa con claridad (el tanto en contra llegó en el minuto 96). La gran piedra de toque estuvo en semifinales, con el Oporto y a doble patido. En la ida, un 1-1 en Braga con doble expulsión en los Dragoes y el tanto del empate local en el minuto 102. Y en la vuelta, la campanada de un 2-3, tras un 0-3 en media hora y expulsión propia en el minuto 35. En la final, el otro grande, el Benfica. Con el camino allanado de inicio con una roja al conjunto lisboeta en el minuto 16. El 2-0 final dio el título.

Con el Celta ha pasado con facilidad la primera ronda, con goleada al Algar (1-6). Y espera, en cuestión de 16 días, el Gernika. Después, seis partidos más hasta el título.