Miguel Román apuesta todo al celeste

Miguel Román está empeñado en cumplir su sueño. Quiere ser futbolista del Celta. Por ese motivo ha llegado a la pretemporada en perfecto estado de revista, se está destapando como uno de los mejores jugadores de la fase preparatoria y, por encima de todo, prioriza quedarse en el primer equipo. Tanto es así que ha declinado hacer uso de una cláusula de su contrato que le permite irse libre si recibe una oferta de categoría superior a Primera Federación, liga en la que vino a competir cuando fichó por el Fortuna.

Este mismo verano, el gondomareño ha rechazado la posibilidad de marcharse. Y opciones no le faltaban. Varios equipos portugueses de élite y de la zona noble de Segunda División se han interesado por el centrocampista miñorano, que sigue decidido a quedarse. Esta situación ya se dio el pasado verano con algún club de la categoría de plata española y Román se mantuvo en sus trece de seguir de celeste, aunque fuera en el filial.

El sentimiento es mutuo por parte del club. La satisfacción por su actitud y por su rendimiento es notable. Tanto es así, que la intención es negociar una renovación. El gondomareño entra en su último año de contrato y, al dejar de ser jugador sub-23, ya no puede alternar primer equipo y Fortuna.

Así las cosas, para que este acercamiento tenga un final feliz es necesario un pulgar hacia arriba de Claudio Giráldez. El técnico porriñés tiene la última palabra y, a tenor de lo visto en la pretemporada, parece que Román es de su agrado. Luego entraría en juego la aritmética de las fichas. Que el club solo cuente con un fichaje más -el de Borja Iglesias-, las posibles salidas de Joseph Aidoo y Marc Vidal y que Yoel Lago y Javi Rodríguez arranquen con dorsal del filial son aspectos que benefician el deseo de Miguel.

Porque la posibilidad de firmar una renovación para luego salir cedido no es algo que agrade al gondomareño. Lo más importante para él es tener la certeza de que se va a quedar. Para ello está trabajando, para ello está ofreciendo este buen nivel y para ello ha rechazado ofertas. Su apuesta es ir con todo al celeste.

Una charla con Claudio para tener tranquilidad

Las pretemporadas siempre son difíciles. Pero para unos lo son más que para otros. Miguel Román está entrenando y compitiendo estos días sin la certeza de que vaya a quedarse en el Celta este curso. No es una situación fácil de llevar, pero un profesional debe lidiar con ella de la mejor manera. A ello ayuda la esperanza de alcanzar la meta deseada este mes de agosto. Y también la confianza del entrenador. Estos días, Claudio mantuvo una charla distendida con el centrocampista miñorano en la que le dijo que estuviese tranquilo y que siguiese trabajando así porque estaba contento con su nivel en entrenamientos y partidos.

El caso es que, a tenor de lo visto, Román no ha sido inferior al resto de centrocampistas. El porriñés lo está usando de 8. Por eso, el posible interés en firmar un jugador que pueda ser central y mediocentro no le afectaría. En cualquier caso, puede ejercer de 6 sin problema. De hecho, es su puesto original. Además, si el 4-3-3 usado ante el Grasshopper prospera, sus opciones de quedarse y de jugar aumentarían exponencialmente.