Incapaz de remar contra la corriente

Al Celta de Eduardo Coudet le cuesta horrores reponerse cuando el marcador le tuerce la cara de salida. Le sucedió el pasado sábado en Valencia una vez más, en este caso además agravada la situación por la expulsión de Franco Cervi, que limitó cualquier tipo de capacidad de reacción. Pero lo sucedido no es más que un ejemplo de una tendencia más que conocida por estos lares.

Con el de Mestalla, Coudet ha dirigido al Celta en 78 partidos. En 30 de ellos, el equipo vigués comenzó por detrás en el marcador y apenas consiguió rehacerse para sumar algún punto en seis ocasiones (20%), con 4 empates (13,33%) y sólo 2 remontadas victoriosas (6,6%). Un bagaje pobre en una suerte muy complicada pero que suele traer muchos réditos más allá de los puntos, ya que suponen una reválida a nivel anímico.

La cuestión es que las dos únicas remontadas tras comenzar perdiendo con Coudet en el banquillo se produjeron en su primera temporada en Vigo. Una, de hecho, fue su primera victoria al frente del Celta, con aquel 3-1 en la jornada 11 contra el Granada en Balaídos en el segundo duelo con el argentino en ejercicio, el primero que se sentó en el banquillo. Aquel último domingo de noviembre, Luis Suárez asustó adelantando a los granadinos, pero enseguida empató Nolito y, ya en la segunda parte, Baeza -en su único gol hasta la fecha con el equipo vigués- y Beltrán dieron la vuelta al duelo saliendo desde el banquillo.

La segunda remontada fue en la jornada 37, en el Nou Camp y en el que sería el encuentro de despedida de Leo Messi del Barcelona y de la Liga. Precisamente, la estrella argentina adelantó a los culés, pero un doblete de Santi Mina sirvió para remontar y lograr una victoria, la última de esa campaña. Sucedió el 16 de mayo de 2021. Un año y cuatro meses después, el equipo vigués no ha vuelto a vivir tal sensación. En 20 ocasiones más comenzó por detrás y nunca ha logrado sumar los tres puntos.

Sí ha podido sacar al menos un punto en cuatro ocasiones cuando ha empezado perdiendo. Dos de ellas, en esa misma primera campaña. Pasó en Getafe en la jornada 15, cuando los célticos comenzaron perdiendo 1-0 y acabaron empatando con un tanto de Iago Aspas de penalti. Y en la jornada 25, con el Valladolid en casa, Orellana puso por delante a los pucelanos pero en el descuento apareció Murillo para igualar.

Las otras dos cuasi remontadas se produjeron ya la pasada temporada, ambas en Vigo y de forma consecutiva. En la jornada 13, la recordada ante el Barcelona, aquel 0-3 al descanso que se convirtió en un 3-3 final tras un gol de Nolito y un doblete de Aspas, de nuevo culminado en el descuento. En la siguiente jornada, el Villarreal se adelantó pero Brais igualó en la segunda mitad. Fue el pasado 20 de noviembre. Es decir, hace diez meses.

La cosecha de puntos, pues, cuando el Celta ha empezado por detrás en el marcador es más que escasa. En esos 30 encuentros, apenas logró sacar 10 puntos. Como es obvio, nadie prepara los partidos para empezar por detrás pero conviene tener capacidad de reacción. Y no existe.

No se encajaban tantos goles desde hace 50 años

No es del agrado de nadie comprobar que el Celta lleva encajados en apenas seis jornadas nada menos que 13 goles. Y eso que en dos de los partidos, los dos que ha ganado (0-1 al Girona y 3-0 al Cádiz), dejó la portería a cero. Es decir, que en los otros cuatro duelos ha recibido más de 3 tantos de media: 2-2 con el Espanyol, 1-4 con el Real Madrid, 4-1 con el Atlético y 3-0 con el Valencia.

La cifra asusta ya no sólo comparándola con el resto de equipos de Primera, con sólo Elche (16) y Cádiz (14) más perjudicados en este apartado, sino también echando un ojo a la propia historia. Desde la temporada 71/72, el equipo vigués no encajaba tantos goles en las seis primeras jornadas en sus campañas en Primera División. Aunque uno se puede consolar si se retrotrae hasta los locos años 40 y 50, cuando un fútbol de carácter mucho más ofensivo propiciaba cifras estrambóticas. Así, el récord negativo en la historia está en los 21 tantos encajados en los seis primeros encuentros del curso 43-44, el del primer descenso a Segunda. Claro que el 7-0 del primer duelo contra el Atlético Aviación ayudó mucho, acompañado de un 0-5 con el Oviedo o de un 4-0 con el Sabadell.

Pero, en el fútbol moderno, los 13 goles ya recibidos son dignos de estudio. Lo más cercano en el presente siglo son los 11 goles de la campaña 06/07, que acabó en descenso. Y con un balance calcado al actual: 2 victorias, 1 empate y 3 derrotas.

Tales números en la portería propia provocan que se señale al guardameta, Agustín Marchesín. El argentino, al menos, tuvo intervenciones en Mestalla en la segunda parte que permitieron apreciar su valía.