Iago Aspas y la cifra mágica 533

Aspas observa cómo entra en portería el balón de su último gol, el del pasado jueves ante el PAOK. | J.V.Landín

Iago Aspas Juncal. Si juega mañana ante el Atlético de Madrid, habrá saltado al campo 533 veces para defender la camiseta del primer equipo del Celta. Una cifra que no significaría demasiado si no fuese porque es la que señala el número de encuentros que hizo lo propio Manuel Rodríguez Alfonso, Manolo ‘Gran Capitán’, quien marca el récord histórico celeste.

El moañés puede alcanzar un hito histórico del Celta más en su carrera 6.328 días después de que el 8 de junio de 2008 debutase en un duelo anodino en Salamanca para jugar una hora, con Alejandro Menéndez en el banquillo y una ficha del filial que todavía mantendría la siguiente temporada. A partir de ahí, ha ido escalonando su especial relación con el club en el que se formó y que únicamente dejó dos temporadas, entre 2013 y 2015. Liverpool y Sevilla no son casa para Iago Aspas.

El pasado jueves, con su enorme partido ante el PAOK de Liga Europa, llegó a su encuentro 532. Es probable que, tras ese esfuerzo, no esté entre los once titulares mañana contra el Atlético de Madrid. Pero no sería de extrañar tampoco que dispusiese de algún minuto, ya que de los nueve partidos oficiales disputados por el Celta en lo que va de temporada, sólo en uno —ante el Rayo en Vallecas— se quedó sin jugar.

De darse así, Aspas alcanzaría la cifra histórica como suplente, un papel que, aunque en los últimos tiempos ha trabajado más, no es el habitual para él. De hecho, la del PAOK fue su titularidad número 442 con el primer equipo del Celta, lo que significa que ha estado en el once en el 83% de sus partidos.

Lo especial de la fecha de mañana si el capitán juega aumentaría por el rival. Porque la alcanzaría ante el entrenador al que más veces se ha medido —Diego Simeone, 23 partidos— y, tal vez, ante el jugador con el que más veces se ha enfrentado —Antoine Griezmann, 24 veces—.

184 compañeros de celeste

En sus 532 partidos con el Celta, Iago Aspas ha compartido campo con 184 compañeros. Cifra que supera con creces los 200 si se cuentan los jugadores con los que ha compartido alguna convocatoria de celeste, llegando a los 240.

La nómina de futbolistas desde aquel 8 de junio de 2008 la encabeza, con muy amplia diferencia, el también canterano celeste Hugo Mallo. El marinense, sin equipo en el arranque de la actual temporada, dejó el club en el verano de 2023 tras haber competido junto a Aspas en 317 ocasiones. Un número inalcanzable ya para cualquier otro profesional, aunque el segundo clasificado en este ránking tiene, al menos, toda la presente temporada para subir su cuenta: Fran Beltrán. El centrocampista suma 203 encuentros y precede a Gustavo Cabral, con 142, y a dos canteranos como Brais Méndez (137) y Jonny Castro (132). Joseph Aidoo (126), Sergio Álvarez (125), su gran amigo Roberto Lago (122), Daniel Wass (117) y Néstor Araujo (116) completan el ‘top ten’.

Pero si hay que medir su principal socio en el gol, siendo él el pichichi histórico del club, en cabeza sigue el chileno Fabián Orellana. En 82 encuentros, entre ambos generaron 18 goles -uno marca y el otro asiste-. Detrás ya aparece, de nuevo, Brais Méndez (14 en 137). Y de sus actuales compañeros, aparece un trío en cabeza con cinco colaboraciones: Óscar Mingueza, Franco Cervi y Williot Swedberg.

Él solo dio más pases que los otros cinco atacantes juntos

Iago Aspas fue uno de los célticos más destacados en el partido del pasado jueves ante el PAOK, sin que notase el peso de sus 531 previos. O, mejor dicho, notándolo para ejercer de líder anímico y futbolístico dentro del campo.

Su gol del empate ya serviría para considerar clave su aportación, pero fue mucho más importante su constante participación en la creación. Él solo dio 54 pases, más que los otros cinco célticos que ocuparon una de las posiciones en la línea de ataque el pasado jueves juntos. Borja Iglesias dio 12, Swedberg 20, Jutglá 8, Bryan Zaragoza 4 y Pablo Durán otros 4.

Es una muestra más del rol que el capitán juega al borde de alcanzar el récord de partidos con el Celta. Sus 38 años, lógicamente, se notan en la velocidad y repetición de sus sprints. Pero en su calidad ni en su capacidad para llevar al equipo.

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