No hace falta ni recordar las faltas del Celta y el Getafe en Liga

Salvo para los aficionados getafenses y para técnicos estudiosos de fútbol, el plan de ver un partido del Getafe con José Bordalás en el banquillo no suele levantar pasiones. El muy definido estilo del bloque madrileño visita mañana a un Celta todavía en busca de un sello propio y que deberá tener muy en cuenta la demostrada capacidad de su rival de parar el juego cada vez que lo considera necesario, que es muy a menudo.

Una simple revisión de las estadísticas confirma lo que los ojos ven y sufren. El Getafe es el equipo de la Liga que más faltas realiza, con 18.3 por partido. Lo que conlleva que también sea el conjunto más amonestado hasta la fecha, con 34 cartulinas amarillas (4,25 en cada jornada) y 2 rojas. Enfrente, el Celta en absoluto domina de tal manera esa capacidad de detener el juego. De hecho, si los getafenses acumulan más tarjetas que nadie, los celestes son el bloque que menos ha visto hasta el momento, con 12 amarillas -1,5 por jornada- y 1 roja. Es decir, el rival de esta tarde le saca a la escuadra local nada menos que 22 amarillas.

El técnico José Bordalás y los suyos se saben los mejores de la competición en este tipo de fútbol a parones. Ahí sí que toman la iniciativa y no con el balón. Tal capacidad les permite ser el penúltimo equipo en faltas recibidas (10.9) y apenas conceder al rival la ocasión de disparar sobre su portería. Así, el Getafe sólo está permitiendo 11.5 disparos por encuentro, la cuarta mejor cifra defensiva de la competición.

Todo se basa también en la renuncia a la posesión si no es por obligación. Los números registran que sólo el Mallorca (37,9%) y el Cádiz (39,5%) han tenido menos el balón que el Getafe en lo que va de Liga. Los azulones están contentos con su 40.5% pero en este punto, a diferencia de los anteriores, sí que confluye con el Celta, al que esta campaña no gusta en demasía tener que tomar la iniciativa y precede a su rival de la tarde de mañana en el ránking de posesión con un 40.9%. Por lo tanto, no promete en exceso en cuanto a manejo de balón el partido de esta tarde, ya que enfrenta a dos de los cuatro equipos que menos aprecio le tienen. Alguno se sentirá obligado a asumir esa iniciativa mientras dure el empate sin goles en el marcador. A partir de ahí, la necesidad mandará.

Esa renuncia al balón a la que el Getafe ha acostumbrado a su afición todavía debe ser asumida por el celtismo, acostumbrado a otras querencias. Hasta la fecha, el Celta sólo ha ganado la posesión en dos partidos, ambos jugados en Balaídos: Osasuna y Mallorca. Perdió ambos.