Giráldez cuenta con más canteranos en Mos

Claudio Giráldez contó de nuevo con jugadores jóvenes en el regreso al trabajo, entre ellos Hugo Burcio y Andrés Antañón, que fueron las grandes novedades en el entrenamiento

Javi Rodríguez, en un entrenamiento reciente del Celta en la ciudad deportiva de Mos.
Javi Rodríguez, en un entrenamiento reciente del Celta en la ciudad deportiva de Mos.

La plantilla del Celta regresó ayer al trabajo en la ciudad deportiva de Mos, después de los tres días de descanso concedidos por el cuerpo técnico, y lo hizo de nuevo con un buen puñado de canteranos, entre los que destacó la presencia de los juveniles del filial Hugo Burcio y Andrés Antañón, que se estrenaron en una sesión con el primer equipo.

Claudio Giráldez sigue poniendo su atención en la base del club y no desaprovecha ninguna oportunidad para seguir de cerca la evolución de los futbolistas más prometedores de las nuevas hornadas de A Madroa.

Porque el técnico celeste todavía no pudo contar ayer con los internacionales que han sido convocados por sus selecciones -Tasos Douvikas, Óscar Mingueza, Hugo Sotelo y Carl Starfelt-, ni tampoco con los dos lesionados que entrenan en solitario -Sergio Carreira y Jailson-, mientras que Luca de la Torre hizo de nuevo todo el trabajo con el grupo, a pesar de que aún no ha recibido el alta.

Giráldez podría contar ya hoy con Douvikas para empezar a preparar el partido del próximo sábado contra el Barcelona, ya que el delantero griego regresó ayer a Vigo después de no jugar un solo minuto en ninguno de los dos partidos que disputó su selección.

En los próximos días se incorporarán también Mingueza, titular ayer con la selección española, y Starfelt y Hugo Sotelo, que afrontan hoy su último compromiso con Suecia y España sub-21, respectivamente. Antes estas ausencias, el preparador porriñés decidió poblar de canteranos el entrenamiento de la primera plantilla de cara al choque con el conjunto azulgrana. Hugo Burcio y Andrés Antañón fueron las principales novedades de una sesión en la que no faltaron el buen humor de Joseph Aidoo, los exigentes ejercicios físicos ni el juego con balón.

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