Exitoso preestreno del himno del Centenario del Celta de C. Tangana

El Celta se grabó con sentimiento un escudo en el pecho por sus cien años. Una muestra de afouteza y de orgullo, pero también de humildad y de trabajo. Cien años de alegrías y penas, con visos a seguir cumpliendo otros cien más. El Teatro Afundación vivió ayer uno de los platos fuertes de los actos del centenario, la presentación del himno “Oliveira dos cen anos”. Lo hizo arropado por sus jugadores, directivos y, sobre todo, su afición. Como director de orquesta, un celtista de convicción, que lleva gritando desde Madrid su amor por el color celeste y que a cada frase suya fue ovacionado. C. Tangana creó un himno colaborativo, mezclando tradición y modernidad, pero con mucha fuerza. Siempre al lado de sus productores, Alizzz, PabloPablo y Harto Rodríguez, pero abriendo la puerta a otros sonidos y, ahí, entró la cultura gallega. El folk de As Lagharteiras y la voz de la Coral Casablanca pusieron el lazo definitivo en el que, como adelantó C. Tangana, “es el proyecto audiovisual más importante en el que he trabajado. No es un tema, sino un motivo de orgullo para una ciudad y un sentimiento”.

El videoclip, una “obra maestra” según Pucho, contó con un despliegue audiovisual muy importante y las mejores localizaciones como fueron la Ría de Vigo y el Puente de Rande. El mar, también color celeste, como la camiseta del Celta o la camisa de ‘El Madrileño’ en la noche de ayer. Todo acorde. La música folk, arraigada en la cultura viguesa, está muy presente en el himno: “Está lleno de tradición, de sensibilidad”, indicó Carmen López, de As Lagharteiras. “Es un regalo para los oídos”, apuntó el cantante vigués Xisco Feijoó. Sin olvidar la presencia de la Coral Casablanca, “un regalo trabajar con ‘Pucho’ y ser parte de la historia de esta ciudad”, señaló su presidente, Ignacio Pérez, y con una figura celeste como Sime, de Keltoi, que recordó la primera vez que conectó con el madrileño: “Estamos en las antípodas musicales, pero que su idea fuese un tema en gallego me animó a colaborar”.

En la fiesta del Celta, además de los jugadores, estuvo presente su presidente, Carlos Mouriño. Alabó el himno creado, una canción “para hacer vibrar a la afición y que entremos en las entrañas de la tradición”, con las esperanzas de que sea “un éxito” y que, según el propio presidente, “sea una de las mejores cosas de la era Mouriño”. El Celta del centenario ya comenzó a rodar. Bajo la batuta de Rafa Benítez (el propio C. Tangana agradeció su incorporación) y con una afición que, como reza la letra de la canción, tiene un escudo en su pecho.