El Celta en Europa en casa, abajo fuera

Tras 15 jornadas, el Celta acumula un partido más en casa que fuera. Y, aunque entre los primeros están las visitas de los tres grandes de la Liga, el rendimiento en Balaídos es el que lo está salvando de estar pasando penurias clasificatorias y lo mantiene en una zona todavía tranquila de la clasificación, con cinco puntos de renta sobre las plazas de descenso. Con todo, la escasez cuando está lejos de Vigo obliga a mantener una producción en casa de entre los mejores de la Liga -el sexto ahora mismo- para seguir sin miedo a lo que queda por debajo pese a estar en la zona baja como visitante -el décimo quinto-.

Dice Claudio Giráldez, técnico celeste, -y dice bien- que lo de sacar más puntos como local que como visitante es común. Apenas seis equipos se escapan de esa norma en las 15 jornadas disputadas. La cuestión ni tan siquiera es que el balance sea equitativo, porque los puntos valen lo mismo en cualquier campo y lo trascendental es la suma. Sea como sea, hasta la fecha el Celta presenta de los peores porcentajes logrados fuera de casa respecto a su total. Esos 4 puntos -victoria ante Las Palmas y empate contra el Betis- de 18 son un 22,22%. Un guarismo sólo empeorado por cuatro rivales de la zona baja de la clasificación: el Alavés -3 de 14, un 21,42%-, el Valencia -2 de 10, un 20%-, el Getafe -2 de 13, un 15,38%- y el Espanyol -1 de 13, un pírrico 7,69%-.

Es obvio que el gran problema de visitante es el número de goles recibidos. Porque la cifra de los anotados (10) está entre los mejores del campeonato, quinto, pero los encajados (18) sólo los empeora el Valladolid. El contraste con los partidos en casa vuelve a señalar ese mal, ya que los de Giráldez han marcado sobre el Lagares sólo tres goles más que fuera -teniendo en cuenta que han jugado uno más en Vigo- pero han encajado exactamente la mitad. Es decir, 9 en 8 partidos (1,1 por fecha), por los 18 en 7 más allá del Padornelo (2,5).

Bajando un poco más el análisis, el problema es de puntería, no de producción. Porque el Celta lleva más disparos totales sobre la portería rival jugando de visitante (88) que de local (87) pese a haber jugado un encuentro menos lejos de Vigo. Una media de 10,8 tiros en Balaídos y de 12,57 de visitante. Y tampoco es un problema de menor dominio del juego cuando el duelo es fuera, porque la posesión en este caso es del 56,61% contra los 52,26% ante la afición celeste, dato este último también influenciado por el paso por Balaídos de los tres grandes.