El Celta debuta en Copa y Benítez da descanso a Aspas

Aunque caiga en medio de las desgracias ligueras, la actual Copa del Rey merece un respeto. Con un formato mejorable pero infinítamente más atractivo que hasta hace un lustro, la competición que da protagonismo al fútbol amateur se cruza esta tarde en el camino de un Celta necesitado de buenas noticias, por pequeñas o esperables que sean. El conjunto celeste visita la capital de Segovia para medirse al Turégano, que milita en la primera categoría autonómica de Castilla y León y al que parece que la mudanza obligada a la capital, por tema de estadio, no le ha restado capacidad de convocatoria. Se esperan 3.000 almas hoy en La Albuera, que tal vez no suene a mucho, pero es muchísimo.

Es imposible que el Celta iguale la ilusión del Turégano ni el esfuerzo que, sin duda, hoy realizarán los 16 futbolistas que disponga sobre el campo. Pero también resulta imposible comparar un equipo plenamente amateur con otro profesional. Ya sólo la enorme diferencia física debe marcar una distancia insalvable para el conjunto segoviano. En estas primeras rondas entre rivales tan dispares, las sorpresas son “una quimera”, como la han definido en los últimos días los responsables del club segoviano.

Pese a tal realidad, la plantilla celeste tiene que afrontar el partido con seriedad y concentración. Para evitar sustos, tanto en el marcador como en el físico. La cuestión es realizar la elección de nombres, teniendo en cuenta todo lo vivido hasta el momento en esta temporada y, sobre todo, que este sábado hay una nueva cita liguera con el Sevilla en Balaídos.

De entrada, Rafa Benítez no ha podido contar con los lesionados Joseph Aidoo y Mihailo Ristic ni con el sancionado Agustín Marchesín, que vio la cartulina roja ante el Espanyol el pasado 3 de enero en el anterior partido copero del Celta. Además, el técnico ha decidido dejar en casa a Iago Aspas para darle descanso.

Sin este cuarteto y la intención de dar minutos a los menos habituales, el técnico medita un once inicial que se parecerá al formado por Iván Villar o Guaita en portería; Kevin o Mingueza, Unai -Starfelt arrastra alguna molestia-, Carlos Domínguez y Cervi en defensa; Carles Pérez, que ayer mismo recibió el alta médica, Hugo Sotelo, Tapia o Beltrán -Dotor también arrastra un golpe- y Miguel Rodríguez en el centro del campo; y Swedberg y Douvikas en punta.

Enfrente, el sueño copero del Turégano, que lo ha lastrado en Liga en las últimas semanas. Apuntan al once los hermanos García, Javi y Carlos, que llevan el sobrenombre de Tahono por ser panaderos; o Luis del Barrio, conocido como Barbero porque su padre ejercía esa profesión en el pueblo; o los hermanos Alcubilla. Será bonito de ver. Esta Copa merece un respeto y el Celta debe dárselo.