El Celta confirma a Emi Rodríguez para el Fortuna
Mercado de fichajes
El Celta oficializó ayer la llegada de Emilio Rodríguez con destino al filial cedido por una temporada, aunque con opción de compra; una operación imaginativa más este verano
La imaginación en las operaciones futbolísticas está llegando a cotas nunca antes alcanzadas. La economía obliga, se dirá con razón. El Celta anunció ayer el fichaje del mexicano Emilio Rodríguez, jugador ya contrastado en la máxima categoría mexicana y ganador de la Liga de Campeones de la Concacaf con el Pachuca, para el filial. Y no sólo eso, sino que llega cedido por una temporada sin coste -más allá de la ficha del futbolista, se entiende- y con una opción de compra dentro de un año. Las condiciones, vistas desde el lado vigués, son ideales: un futbolista de proyección, que si explota puede ayudar al primer equipo pero que no ocupa ficha en ese bloque principal. En doce meses se desvelará si esa posibilidad de compra al terminar el curso es obligada o no o qué garantías tiene el club mexicano en la transacción, toda vez que ha despedido al jugador con honores en sus redes sociales, tratando como un éxito del club que llegue a Europa, sin mentar que lo hace, sobre el papel, para jugar en la tercera categoría, fuera del fútbol profesional español.
Lo del filial no va a ser sólo en el papel, se asegura desde Príncipe. De hecho, el jugador, que ayer no estaba todavía en Vigo, no empezará a trabajar a las órdenes de Claudio Giráldez, sino que lo hará con Fredi Álvarez, en principio, a partir del próximo lunes, que es cuando el filial se pone en marcha tras las pruebas médica con las que comenzará mañana mismo.
Marco Garcés, director deportivo celeste, ha logrado reconducir unas negociaciones que, de entrada, se abrieron con el primer equipo como destino y con el traspaso como fórmula. La delicada situación del Celta en cuanto a número de futbolistas en la primera plantilla y la juventud del jugador (21 años) invitó a cambiar las condiciones, lo que permitió dejar claro el deseo del mexicano de venir a Europa, en general, y al Celta, en particular. La apuesta, tal y como la pintan desde Vigo, es mucho más fuerte por parte del extremo y de su club de procedencia, el Pachuca, que de la entidad celeste.
El paso de los meses, el rendimiento de Emilio Rodríguez, la formación definitiva de la primera plantilla y la decisión técnica de Claudio Giráldez marcarán si la apuesta de futuro puede ser ya de presente esta temporada. Ése, obviamente, es el objetivo último de todas las partes: que el jugador se asiente en el club, entrene de forma habitual con el equipo de Primera, se ejerza la opción de compra a final de temporada y acabe integrándose en el primer equipo.
Sea como sea, a efectos prácticos, el Celta se planta en el día 11 de julio sin un solo refuerzo que llevarse a la boca y con el condicionante del exceso de fichas todavía más que vivo. Ayer, Giráldez volvió a entrenar con 33 futbolistas, a la espera de la llegada de Luca de la Torre. Miguel Baeza sigue con permiso para cerrar su salida al Nacional. A buen seguro que Garcés tratará de apurar al máximo para, al menos, no perder dinero, bien resolviendo el contrato del ex madridista, bien forzando una cesión en la que el destinatario asuma toda la ficha. Porque el club vigués tiene prisa por reducir plantilla, pero hace todo lo posible para que no se note en cada negociación individual. La imaginación al poder.
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