Carles Pérez: "He encontrado un sitio en que me siento como en casa y quiero quedarme"

Carles Pérez, futbolista del Celta

El extremo del Celta cedido por la Roma señala que “Gabri Veiga es un chico que tiene los pies en la tierra”

Publicado: 01 abr 2023 - 00:25 Actualizado: 02 abr 2023 - 02:44

Carles Pérez, ayer, en Afouteza.
Carles Pérez, ayer, en Afouteza.

Carles Pérez (Granollers, 1998) habla rápido, como juega. Por eso, a veces le cuesta encontrar la palabra exacta, pero acaba explicándose con total claridad. La vida, ahora mismo, le sonríe y él le devuelve la sonrisa. En el futuro, no esconde que peleará por seguir en el Celta. Ya lo hizo el pasado verano. Y aquí está.

Momento ideal, tal vez el que esperaba cuando se decidió por venir al Celta.

Sabía que llegaría este momento. Que me pongan en la posición donde yo me encuentro cómodo y sé hacer las cosas me beneficia. Eso hace que pueda sacar el juego que llevo dentro. He pasado como un curso para llegar a este momento y la verdad es que ahora me encuentro muy bien y espero seguir así.

Más allá del cambio de sistema que le ha favorecido, llegar a este punto ¿supone también un proceso de maduración personal?

Sí. Tanto personalmente como futbolísticamente. Al final, cada liga tiene una manera de entender el fútbol y de jugarlo. He aprendido cosas en Italia que me han servido para aquí y en mi etapa en el Barça aprendí cosas que me sirvieron allí. El hecho de irme con 21 años solo a Italia también me sirvió personalmente para crecer, conocer gente, hablar un nuevo idioma... Todo ha ayudado para estar aquí a día de hoy y jugar como estoy jugando.

El Celta y el fútbol en general ha girado en los últimos tiempos hacia un juego más vertical. ¿Un giro que le ha venido bien?

Sí. Aunque pasé muchos años en La Masía y me inculcaron un fútbol y me gusta tener el balón, evidentemente. Pero creo que por mis características de fútbol, soy el primero al que le gusta salir a correr y que haya transiciones. Pero me adapto a todo.

¿Es muy diferente jugar en España y en Italia?

Sí. A ver, influye un poco el estado de los estadios, del césped. Ya en lo futbolístico, Italia es el Calcio. Te encuentras mucha línea de cinco en las que cuesta entrar, tienes que buscar más los espacios, no sólo por fuera. Aquí hay mucha calidad pero es más fácil encontrar esos espacios.

Los rivales le tapan cada vez más la salida por la izquierda, ¿le está costando encontrar su mejor pierna para definir?

No. Sé que me conocen a mí como conocen a todos. Siempre intento hacer lo que se me da bien. En los entrenamientos ya trabajo salir más por fuera aunque la izquierda es mi pierna buena y me encanta ir para dentro. Pero hay que tener variedad porque si no, te acaban estudiando y te conocen ya.

Supongo que es lo que le pide Carvalhal y lo que esperan sus compañeros a nivel de asistencias.

Sí, variedad. No sólo recibir al pie, sino también ir al espacio. Soy un jugador rápido y atacar la espalda de las defensas puede ser un movimiento muy bueno. Y salir por fuera, porque todo el mundo me tapa por dentro. Pero (sonríe) siempre encuentro dos o tres veces en cada partido en las que puedo ir hacia dentro.

Sobre su futuro, van saliendo rumores. Que si a la Roma le encantaría otra cesión, que si no... ¿Su deseo cuál sería?

Mi deseo es quedarme. Creo que lo que necesito es esto. Evidentemente, dando un nivel en el campo porque las cosas no se regalan. Yo quiero quedarme aquí. Van a salir cosas. Cada uno mira por su interés: la Roma por el suyo, el Celta por el suyo. Pero he dicho hace meses que aquí estoy muy bien. Esto es como una familia. La afición nos anima cada fin de semana y eso es de agradecer. Y en la ciudad también estoy muy bien. He encontrado un sitio en el que me siento como en casa y me gustaría quedarme.

Lo ideal sería un traspaso...

Claro. Pero hay cosas que yo no puedo controlar. Veremos cómo termino la temporada y luego ya son cosas que hablarán mis representantes.

Supongo que desde el Celta le hacen llegar también ese deseo de que se quede.

Sí. Bueno, yo de momento no he entrado en esas cosas. Estoy concentrado en hacer las cosas bien sobre el campo. Supongo que, no sé cuándo, porque quedan dos meses para acabar la Liga, se reunirán con los representantes y hablarán de lo que se tenga que hablar. Estoy muy fuera de estas cosas. Me centro en jugar bien y lo otro que se ocupen ellos.

Esa actitud de distanciarse de las posibilidades de futuro también es parte de la madurez de la que hablábamos antes. Sí. Antes me preocupaba más por mis cosas y, al final, lo que tengo que hacer es centrarme en jugar bien. De lo otro estoy muy apartado. Lo llevan los representantes y cuando se tenga que hablar se hablará.

¿Qué me dice de Gabri? Desde el punto de vista de un futbolista que muy joven decidió dejar su club de formación.

Es un muy buen jugador. La situación que está viviendo no es la misma que tuve yo pero cuando tienes 20 o 21 años, destacando como lo está haciendo él, se abren tantas opciones... Pero a él se le ve que es un chico que tiene los pies en la tierra, que no se le ha subido a la cabeza. Entre él, su familia y sus representantes decidirán qué es lo mejor para el futuro.

¿Cómo ve al equipo? Parece más rodado y con más fe en lo que hace.

Está en un momento muy bueno. Evidentemente, haber salido de la situación en la que estábamos, de la forma cómo lo hemos hecho y como estamos jugando nos da mucha más fuerza para encarar estos doce partidos que quedan hasta final de temporada. Tanto defensiva como ofensivamente, estamos confiados, sabemos qué quiere el míster, sabemos qué tiene que hacer cada uno dentro del campo. Estamos muy bien.

¿Le hace sentir importante que coincida el mejor momento del equipo con sus titularidades?

Personalmente, sienta muy bien. Pero, evidentemente, todos somos importantes. Esto es un equipo, tanto los que juegan como los que no. Hay gente a la que le toca entrar desde el banquillo y siempre está muy bien. Es lo que nos hace estar arriba. Al final, estar con malas caras no ayuda al equipo. Para nada es así. Somos como una familia y eso se transmite al campo.

En el fútbol profesional, nunca había alcanzado el número de minutos que ya lleva este curso en el Celta. ¿Le da la razón en su decisión de venir a Vigo?

Totalmente. Es verdad que yo, con 21 años y tras estar seis meses en el primer equipo del Barça, me planté en uno de los cinco mejores equipos de Italia. Llegas y no tienes la madurez que tienes ahora y te cuesta más. Pero bueno, siempre dije en la pretemporada en Roma que quería venir. De hecho, aunque con el anterior sistema no jugase tanto, ya decía que había acertado y que no me equivoqué.

Lleva ocho titularidades seguidas, algo a lo que desgraciadamente no estaba acostumbrado. ¿Cómo se siente físicamente?

Muy bien. Aguanto los partidos yendo para arriba y para abajo. No tengo problema. Es verdad que lo trabajo, tanto aquí en los entrenamientos como fuera por mi cuenta.

Toca el Almería. ¿La idea es retomar la buena racha?

Hay que ir partido a partido. Cuando estábamos abajo no teníamos que pensar que estuviésemos tan mal ni ahora que estamos arriba tampoco creernos los mejores. Partido a partido, sabiendo, sobre todo, que los puntos en casa no se pueden escapar. Ir de tres en tres y a ver a final de temporada dónde estamos.

El descenso está a ocho puntos y la posibilidad de Europa, a dos. ¿Hay que mirar más hacia arriba que hacia abajo?

Cuando estás al nivel al que estamos jugando, las caras de la gente y cómo encaras los entrenos cada semana son diferentes. Te hace pensar: hostia, lo tengo ahí, lo tengo cerca. Pero sabemos que tenemos que ir jornada a jornada. El míster nos lo dice siempre. No tenemos que pensar en nada más.

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