Balaídos hablará hoy

Balaídos vuelve al primer plano de la actualidad del Celta. Y eso significa, entre otras muchas cosas, que la afición celeste podrá pronunciarse sobre los temas más candentes. Apoyando, criticando o mezclando ambos conceptos.

Una de las cuestiones es el sempiterno tema arbitral, en esta temporada más centrado en el vídeo arbitraje por los tres goles anulados a distancia. Rafa Benítez, técnico celeste, no quiere un juicio sumarísimo contra José Sánchez Martínez. De hecho, ayer se mostró conciliador pese a seguir echando de menos decisiones a favor: “En el partido del Alavés, en un contexto normal, la acción de Luca no es tarjeta. Sin embargo hubo un posible penalti de Renato. Puedes pensar que en uno te benefician y en otro de perjudican. Cuando lo ponemos todo junto, creo que no estamos saliendo bien parados a día de hoy. Pero soy un convencido de que tenemos que ayudar a los árbitros. Es muy difícil serlo y no se les está ayudando mucho. El VAR está para ayudar y nosotros tenemos que intentar ayudar. No lo veo claro y creo que los árbitros están ahora en una situación un tanto difícil sobre quién toma las decisiones, cuándo se toman...”, expuso el responsable del banquillo celeste.

Insiste Benítez en que esa coordinación entre el árbitro a pie de cambio y el que visiona el vídeo no es la mejor. “El VAR vino para ayudar y ahora mismo, a lo mejor, hay un poco de confusión. Tenemos que intentar ayudar al árbitro. Una cosa es que haya patadas y el VAR ahí fenomenal. Pero estamos quitando goles, que es lo que todo el mundo quiere ver en el fútbol. Tenemos que ayudar más”, reiteró. La grada dictaminará si se une a ese discurso.

Por otro lado, los malos resultados hacen crecer las primeras dudas sobre el proyecto liderado por el propio Benítez en el campo, Luís Campos en la dirección deportiva y Marián Mouriño en la gerencia. El primero, no quiere ya juicios sumarísimos tan pronto. “Me da mucha pena porque lo que yo percibo hablando con los dirigentes es apoyo para un proyecto. Estamos hablando de que el Celta no sea un equipo que se acostumbre a estar siempre en situaciones de peligro y de repente se salve. Hablamos de sentar las bases para ir creciendo y yo creo que se está haciendo, aunque es cierto que es muy pronto y hay cosas que se tienen que mejorar”, argumentó.

Además, se mostró convencido de que el celtismo en su mayoría apuesta también por tener paciencia. “Me da rabia que los resultados no son los que esperamos. Hay que confiar en que eso va a cambiar y cuando se habla de plebiscito sobre el proyecto, creo que tenemos aficionados bastante inteligentes. Tengo familia gallega y sé lo que piensa la gente de su celtiña. Lo que no me gusta es que nos acostumbremos a sufrir. Creo que estamos en el buen camino, aunque sé que no en los resultados, que no soy tonto”, concluyó.