Ojo a los viajes del Imserso

Mi mujer y yo somos dos pensionistas que hace años fuimos en un viaje del Imserso a un lugar llamado Costa Ballena, cerca de Rota. El hotel era bueno pero las comidas, cocinadas días antes, congeladas y puestas en expositores al vapor, no tenían sabor. Aparentaban un aspecto buenísimo, pero no era así para nada. Daba lo mismo servirse carne, que pescado. Todo sabía a plástico.

Un grupo de personas mayores, decidimos comer y cenar fuera, para lo que debimos alquilar coches, ya que el hotel estaba en el extrarradio.

Los viajes de ida y vuelta a Vigo, de aeropuerto en aeropuerto, fueron un desastre. No había un responsable que nos orientase en las salidas y tardamos un día entero para ir y otro para volver. Desayunando o comiendo por nuestra cuenta.

Entonces estaba de director del Imserso el Sr. Barriga y le escribí quejándome y averiguando si el siguiente año sería todo igual. Nunca me contestó. Por eso no hemos vuelto.

Nos trataron como a refugiados, no como jubilados. Esta carta es para prevenir a los futuros pensionistas, que antes de partir a un vieja del Imserso deben informarse bien y que unos días de viaje no se conviertan en un auténtico suplicio.