las fundaciones políticas en españa hoy

Forman parte de ese concubinato político, aberrante, manipulador y costosísimo que pagamos todos los ciudadanos, sin ningún control y poca o muy poca transparencia, donde participan todos los partidos sin excepción. Pero eso sí, son de izquierdas, gozan de una bula extra y obscena para su impunidad y el trabajo de campo, ideológico y ramplón, lo que le prohiben y acusan de fachas, a los de derechas cuando pretenden hacer algo similar, esa es la regla marxista para sobre la marcha, asustar con falsedades, para acorralar, avasallar y asaltar sin compasión los espacios públicos y privados con sus propios okupas. Ellos son hoy, según su predica, los nuevos y únicos redentores visibles de la política española, mientras la sociedad civil, alarmada y perpleja, pone su grito en el cielo por su comportamiento irregular y doble rasero, exigiéndole al Gobierno de turno, autoridad y justicia para frenar tanto abuso, que ya amenaza nuestra convivencia democrática.

Lo que hoy está sucediendo con la Fundación de los herederos de Franco en el Pazo de Meirás (Arteixo), merece un análisis y reflexión para poder calibrar hasta donde llega la arrogancia y las fantasías extremistas, aliñadas hoy de resentimiento, odio y ansias de venganza, que unido a lo extemporáneo, nos indica su grado de inquina cobarde, la que tuvieron ayer y sigue arropándoles hoy. Así pretender revivir su desgraciado Frente Popular, mientras el PP sigue exhibiendo sus complejos y cobardías, a la hora de defender sus orígenes fundacionales, a pesar de ser Gobierno hoy en Galicia y España, a sabiendas que todo ello, pasa factura, lo de la Cruz del Castro en Vigo ya nadie se recuerda, pero Caballero sigue reinando por su cuenta mientras el PP sigue sumido en la equidistancia que produce todos sus complejos, cada vez las izquierdas y sos confluencias, sacan a pasear a Franco y recordándonos una falsa historia, llena de mentiras y complicidades obscenas. Mientras ocultan con su combo de confluencias, quien y como provocaron ellos, aquella espantosa guerra civil, que perdieron ochenta años después siguen buscando venganza (caínita). Lo hacen hoy con los herederos de aquel fracaso, mientras quienes ganaron y libraron a España entonces y entre ellos Franco, de las garras comunistas, se niegan a defender su victoria, ideas y programas que salvaron a España ayer y hoy también con un Gobierno de derechas, que la sacó de la ruina en que la dejó Zapatero y sus extremistas, como legado hereditario, pero una vez más, vuelven los complejos y de ellos se siguen aprovechando hoy todas las izquierdas y sus extremismos con los separatistas, nacionalistas y sus okupas camuflados, para no permitirnos ver el bosque hoy en llamas, pidiendo ayuda a todos los españoles de bien.

Mientras tanto, unos siguen reivindicando su pasado desastroso, extremista y centenario, otros se niegan a defender lo que nos liberó del comunismo y nos facilitó la entrada al mundo de la libertad y el progreso, que hoy todos disfrutamos. Lo triste es observar que la pretensión de esa minoría bulliciosa y ramplona, es retrocedernos a su tenebroso pasado y como ejemplos a seguir nos ofrecen hoy un asalto al estilo cubano-venezolano, tal vez descubramos en su provocadora intención su pasantía revolucionaria, en aquellos países como becados a la sombra y cobijo de esas fundaciones de tapadillo que la izquierda española exhibe y protege con la mirada perdida de una derecha que todavía no aprendió a defender sus ideas y programas sin complejos, mientras la mayoría silenciosa de españoles, siguen rumiando su soledad y a punto de pagar sus desgraciadas consecuencias, amanecer y veremos con permiso de mi amigo el poeta Luis Pastori.

La democracia es tolerante y dialogante para servir a la convivencia de los pueblos del mundo, pero jamás y nunca seré cómplice necesario de quienes la utilizan descaradamente para llegar, sin explicar y convencer a los ciudadanos del cómo, con quién y para qué su autodefensa la deben ejercer las constituciones y sus leyes.