Control de gastos

Todos sentimos el impacto del aumento del coste de la vida en nuestro día a día, obligándonos a adoptar estrategias para mantener nuestras economías familiares a flote. Desde noviembre de 2004 al mismo mes de 2024, el IPC ha aumentado un 51,1%, según datos del INE. Este considerable incremento nos ha llevado a extremar el control del gasto doméstico.

Mientras la política se enfoca en sus conflictos y procesos judiciales, los ciudadanos seguimos luchando por vivir como podemos y nos permiten. Esto se refleja en nuestras decisiones diarias: comparar precios, optar por marcas blancas, revisar el contenido de los productos para evitar reducciones disfrazadas o sustituciones por componentes de menor calidad. También llevamos un control exhaustivo de nuestras tarjetas bancarias, especialmente en la cuesta de enero, tras los gastos navideños.

Sin embargo, hay gastos domésticos fundamentales, como la luz, el gas, el agua o los residuos, en los que no tenemos un control diario. Debemos esperar a la facturación mensual para conocer el importe, muchas veces desorbitado.

En pleno siglo XXI, resulta incomprensible que no dispongamos de un portal ciudadano que nos permita consultar, en tiempo real, desde el móvil, el consumo y el gasto realizado. Los ayuntamientos, especialmente en las grandes ciudades, deberían liderar esta iniciativa, facilitando a los ciudadanos el acceso a esta información clave.

¿En la Federación Española de Municipios y Provincias, se ha pensado en ello? Es hora de que esta institución lidere una solución que responda a una necesidad creciente de los ciudadanos.

Esto no solo mejoraría la planificación económica de las familias, sino que también fomentaría un consumo más consciente y responsable, contribuyendo al cuidado del medioambiente y a la sostenibilidad de nuestro planeta.

Pedro Marín Usón.